“En primer lugar y ante todo se trata de una reacción de satisfacción por el reconocimiento de los esfuerzos que Benín, a través de los diferentes actores de la educación, está realizando sin interrupción en favor de la evolución del sistema educativo”, dijo satisfecho Maoudi Johnson, Coordinador Nacional de la Educación para Todos en Benín ante el Ministerio de Enseñanza Preescolar y Primaria.
Según el Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo 2010, “Benín es uno de los países del mundo con mayor progreso en materia de escolarización en primaria. Su índice neto de escolarización se incrementó del 50 % en 1999 al 80 % en 2007, y la desigualdad entre los sexos en la escuela también pasó de 67 niñas por cada 100 niños en 1999 a 83 niñas por cada 100 niños en 2007. Basándonos en las tendencias actuales, Benín podría lograr la enseñanza primaria universal (EPU) de aquí a 2015”.
En este sentido, Maoudi Johson precisó que “con vistas a mantener este esfuerzo para ofrecerle a los pobres y los marginados la oportunidad de acceder a la escuela, el gobierno intenta incrementar todos los años el presupuesto asignado a la educación, que en los últimos diez años ha llegado a superar el nacional en más de un 20%”.
Asimismo, explicó que, actualmente, una de las prioridades del gobierno es “la armonización de la desigualdad entre los docentes que tenían varias categorías y varios estatutos” y que exista “un programa global de revalorización de la función docente que se traduzca, en primer lugar, en un incremento salarial del 25% y la vuelta de miles de docentes a la función pública”. También se ofrecen varios tipos de formaciones para que los docentes puedan cualificarse profesionalmente.
Sin embargo, a pesar de reconocer los esfuerzos realizados por el gobierno de Benín en el ámbito presupuestario, el Informe advierte que “será difícil mantener esta tendencia. El rápido desarrollo del alumnado ha revelado nuevos retos para la política educativa, como el incremento en los índices de finalización de estudios, la reducción de las desigualdades regionales y la lucha contra la pobreza”.
Maoudi Johnson, por su parte, ha admitido que este importante avance también plantea problemas en la educación secundaria, donde la situación es bastante diferente.
“En secundaria, este éxito plantea varios problemas, especialmente en la limitada capacidad de acogida de alumnos y el hecho de que dos terceras partes de los docentes de este nivel sean interinos. La implicación financiera del Estado es insuficiente y no está respaldada por los socios, que siguen apoyando esencialmente la enseñanza primaria. Por lo tanto, deberíamos pensar en una utilización más rigurosa de los medios de que disponemos y atraer a otros socios que puedan estar interesados en otros sectores”.
¿Las relaciones con los sindicatos? En su opinión, “los sindicatos son numerosos y fuertes al mismo tiempo. Las relaciones son, en ocasiones, difíciles pero la creación de varios marcos de concertación tiende a resolver mejor los conflictos. En muchas ocasiones, los obstáculos se plantean en torno a la revalorización de la función docente, lo que después se traduce en un malestar entre los que realizan esta función que, a pesar de lo que se diga, sigue siendo el punto de partida de la socialización del individuo”.