Mientras miles de iraníes se echaban a las calles de Teherán y otras ciudades para exigir un proceso electoral justo, trabajadores y trabajadoras de todas partes del mundo manifestaban su apoyo a favor de la justicia social en Irán. La Internacional de la Educación y sus afiliadas se unieron a cientos de sindicalistas y activistas de derechos humanos en varias partes del mundo el 26 de junio para reclamar ante las embajadas iraníes el respeto por los derechos humanos y sindicales en ese país.
Junto a la Confederación Sindical Internacional (CSI), la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), y la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, agrícolas, hoteles, restaurantes, tabaco y afines (UITA), la IE fue una de las cuatro Federaciones Sindicales Internacionales que realizaron el llamamiento mundial de Acción por los trabajadores de Irán, sumando un total de 170 millones de miembros. Amnistía Internacional también apoyó la campaña.
La secretaria general adjunta de la IE, Jan Eastman, pronunció un discurso ante la Embajada iraní en Bruselas, en el que subrayó que había llegado el momento de promover los derechos sindicales, tanto en la legislación como en la práctica. Así mismo, instó al Gobierno iraní a que retire los cargos contra los sindicalistas por celebrar protestas, que anule las condenas impuestas y que les indemnice por los daños causados.
Eastman recordó que era hora de que las autoridades suspendieran la sentencia de muerte dictada contra el docente y sindicalista iraní Farzad Kamangar, y de que procedieran a su excarcelación.
Eastman, en nombre de los 30 millones de docentes representados por la IE, también instó a las autoridades iraníes a liberar a varios otros sindicalistas detenidos, incluido Sajad Khaksari, hijo de Mohamad Khaksari, de la Iranian Teachers' Trade Association, así como Hashem Khastar, Jafar Ebrahimi, Alireza Hashemi y muchos otros docentes cuyos nombres aún se desconocen.
“La IE exige al Gobierno iraní que ponga fin a la detención de docentes y que los apoye en la tarea de educar a la próxima generación de ciudadanos y ciudadanas para una convivencia pacífica en un mundo democrático y sostenible, y una sociedad de respeto, dignidad y esperanza de una vida decente”, dijo Eastman.
En Asia-Pacífico, los sindicatos HKPTU en Hong Kong y NTA en Taiwán enviaron cartas al presidente Ahmadineyad en reclamación del derecho de asociación de los docentes. Wu Chung-Tai, presidente del sindicato taiwanés, instó al Gobierno iraní a ratificar las principales Convenciones de la OIT, así como a concluir los acuerdos de negociación colectiva. En Indonesia, el sindicato PGRI participó en una acción colectiva en Yakarta, mientras que los miembros malayos del NUTP recogieron firmas y animaron a enviar cartas de protesta al gobierno. El sindicato australiano AEU formó coalición con otras organizaciones para solicitar la presión de su gobierno nacional para poner fin a los abusos y violaciones de los derechos de los trabajadores en Irán.
En Europa, la afiliada alemana GEW solicitó “la puesta en libertad inmediata e incondicional de los sindicalistas detenidos". Lärarförbundet y otros sindicatos suecos presentaron una carta conjunta al embajador de Irán que insistía en "la necesidad urgente de incorporar un sistema democrático y el reconocimiento de los derechos humanos en la sociedad iraní”. Hubo manifestaciones de los miembros británicos en Londres, de UNSA-Education en Francia y de la FE-CC.OO. en España, al tiempo que los compañeros y compañeras holandeses de la AOb aprovecharon la reunión del Consejo General ese 26 de junio para destacar la cuestión y sacarse fotos públicas en un gesto solidario con los trabajadores de Irán.
La presidenta de la Canadian Teachers’ Federation, Emily Noble, se pronunció en la manifestación organizada en Ottawa: “Los docentes de Canadá están disgustados por la prohibición del gobierno de Irán de la publicación Teachers’ Pen, de la Iranian Teachers Trade Association. La libertad de expresión y de asociación son derechos humanos fundamentales que valoramos enormemente”. En Estados Unidos, la National Education Association envoi una carta a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para recordarle que los miembros del sindicato docente iraní “han sido acosados y arrestados cada vez que han intentado reunirse. Semejante violación de los derechos humanos y normas laborales básicas es inaceptable”. También le solicitaron que exigiera a las autoridades iraníes la puesta en libertad Farzad Kamangar.
Este es el tercer año que se celebra el Día Mundial de Solidaridad con los docentes y trabajadores de Irán. No cabe duda de que los sindicatos nacionales y mundiales volverán el próximo año si el Gobierno iraní no opta por el cambio. Seguirán defendiendo el derecho de los trabajadores a la libertad de reunión, de asociación y de expresión, en Irán y en todo el mundo.
"¡Juntos luchamos, juntos venceremos!"