Los muros de la puerta de entrada están cubiertos de grotescas pintadas, pero en el patio interior los frescos representan espléndidas flores y escenas tropicales llenas de colorido así como un mapa de Martinica, departamento francés de ultramar en el Caribe. Estamos en el colegio de enseñanza secundaria obligatoria de Vauclin, donde Arnaud Michel enseña educación física y deportes y representa a su sindicato, SE-UNSA, miembro de UNSA-Education, afiliada a la IE.
Arnaud Michel describe su establecimiento escolar, con 420 estudiantes y 34 docentes, como “familiar, apartado de los principales ejes de comunicación de la isla y equivalente a un colegio rural de la metrópoli francesa”.
Pese a encontrarse a 7.000 km de distancia, explica que las preocupaciones de los docentes de Martinica son las mismas que las de sus compañeros y compañeras de la Francia continental. También experimentan problemas relacionados con las condiciones de trabajo debido a la aglomeración en las aulas. En el municipio de Sainte-Anne, por ejemplo, el sindicato obtuvo el apoyo de los padres contra el proyecto de aumentar a 30 los estudiantes por aula.
Precisa que en Martinica, "a priori, hay un mayor número de plazas distribuidas en dos establecimientos escolares que en la metrópoli”.
Los docentes sindicalistas de ultramar se mantienen al tanto de lo que pasa en París y se muestran solidarios con sus compañeros de la metrópoli. El pasado mes de octubre, por ejemplo, se declararon en huelga a raíz de un movimiento iniciado por todos los sindicatos del sector de la educación.
“SE-UNSA hizo circular una caravana en los municipios para hacer firmar una petición en la que se exigía empleo y un aumento del número de plazas docentes, o mantener el número de contratos que favorecen la inserción profesional de personas en busca de un empleo. Debemos conservar a los asistentes pedagógicos para todo lo relacionado con la vida escolar o el mantenimiento de los locales", explica Michel. Las asociaciones de padres y madres de alumnos, que son muy dinámicas, también participaron en la caravana.
SE-UNSA es autónomo en relación scn la sede sindical en el continente. Por ejemplo, puede acudir a los tribunales sin pasar por la vía nacional. "Pueden tomarse decisiones sin tener que pedir la autorización de la sede", señala Michel.
En reacción al comentario de un periódico local, en el que criticaba el absentismo de los docentes en Guadalupe, una isla vecina, afirma que el absentismo del personal docente en Martinica no es más importante que en la metrópoli y puede estar justificado por una formación sindical, reuniones con la dirección del colegio, los planes de desarrollo profesional, o las elecciones.
A diferencia de la metrópoli, las escuelas de Martinica han optado por el uniforme para sus alumnos y alumnas. Arnaud reitera que los uniformes son considerados como "medidas de seguridad y tranquilizan a los padres".
En el ámbito regional, su sindicato está vinculado a la asociación de docentes del Caribe (CUT). Cada año, se realizan fructíferos intercambios entre colegios y estudiantes de enseñanza secundaria procedentes de las islas del Caribe,.
Por último, ¿cuál fue su motivación para ejercer la profesión docente? "Simplemente, transmitir el conocimiento.”