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Internacional de la educación
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Colombia: Las vidas de los docentes sindicalistas siguen en peligro

publicado 13 marzo 2008 actualizado 13 marzo 2008
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Continúa el ciclo de violencia brutal contra los docentes del movimiento sindical en Colombia.

La Internacional de la Educación ya expresó su indignación ante el brutal asesinato de dos maestros, Leonidas Silva Castro y Mercedes Consuelo Restrepo Campo, muertos el 2 y el 7 de noviembre de 2007 respectivamente.

Silva Castro fue asesinado en el barrio Prados del Norte de la ciudad de Villacaro, cuando llegaba a su casa tras asistir a un evento sindical. Era miembro activo de ASINORT, un sindicato afiliado a la FECODE, organización miembro de la IE.

Cinco días después, Restrepo Campo fue asesinada a balazos por dos motoristas armados en las afueras de la escuela 'San Juan Bosco' de la ciudad de Cartago. Restrepo, quien dedicó 30 años al magisterio, formaba parte del consejo ejecutivo del SUTEV, afiliada de la FECODE, en el departamento del Valle de Cauca. Colombia sigue siendo el país más peligroso del mundo para un sindicalista. La escandalosa cifra de 310 maestros fueron asesinados en el país entre 2000 y 2006, según el informe La educación víctima de la violencia armada (en inglés, Education Under Attack), publicado por la UNESCO en 2007. Al menos 33 sindicalistas docentes fueron asesinados en 2006, de acuerdo con la Comisión de los Derechos Humanos de Colombia.

El Barómetro de los Derechos Humanos y Sindicales de la IE descubrió que la violencia contra los sindicalistas colombianos es endémica. Los líderes sindicales, en especial los docentes, que constituyen un tercio de los trabajadores organizados, son blanco de ataques de grupos armados por motivos políticos.

Los ataques a docentes se están convirtiendo en un asunto de preocupación nacional. Cada vez resulta más difícil contratar a maestros en las zonas conflictivas del país. Aquellos que aceptan puestos de trabajo en las zonas más inestables acaban huyendo.

"Es un círculo vicioso", comentó Julio Roberto Meier, representante del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados en Colombia. "Los docentes se ven obligados a desplazarse a causa del conflicto armado interno, pero la ausencia de un maestro agrava la situación vulnerable de los niños y perpetúa el ciclo de violencia y subdesarrollo."

La IE condena estos asesinatos y pide al gobierno de Colombia que lleve a los responsables ante los tribunales.

Este articulo fue publicado en Mundos de la Educación, No. 25, febrero/marzo 2008.