Las tensiones políticas en la República Democrática del Congo han llevado al cierre de escuelas en el país, ya que los/las docentes y los padres están preocupados por la seguridad de los/las alumnos/as.
Cuando el nuevo año escolar iniciado en septiembre se vio alterado por el malestar político en la República Democrática del Congo (RDC), el Secretario General de la afiliada a la IE, la Federación Nacional de Docentes y Educadores/as Sociales del Congo ( Fédération Nationale des Enseignants et Educateurs sociaux du Congo- FENECO-UNTC), Augustin Tumba Nzujia, describió la situación como "grave" y destacó que el creciente número de víctimas en el país había llevado a la suspensión de las actividades escolares.
Debido al nuevo repunte de las tensiones en el país durante los últimos días, causado por un proceso débil de lo que debería de haber sido una transición al poder de un nuevo gobierno, las escuelas y los mercados se han vuelto a cerrar, según informó recientemente Tumba Nzujia por teléfono.
Dijo que la petición del gobierno de que la población continuara con su vida cotidiana normalmente y confiara en las fuerzas de seguridad para mantener el orden no fue cumplida en la mayor parte de los casos. Además, explicó que casi no había tráfico en la capital, Kinshasa, donde "los taxis conducen por la ciudad tímidamente y hay policías y soldados en cada esquina". Añadió que se habían iniciado incendios con neumáticos en varios barrios de Kinshasa y en algunas provincias y que se habían registrado ataques llevados a cabo por milicias.
Las tensiones políticas se recrudecieron cuando el Presidente Kabila cambió, violando aparentemente la Constitución del país, el calendario electoral y aplazó las elecciones presidenciales hasta 2018, a pesar de que su mandato había terminado el 19 de diciembre. Según Human Rights Watch, 29 personas fallecieron en las violentas protestas que se produjeron.