El Foro Político de Alto Nivel, que se celebra en la ciudad de Nueva York, se reúne para examinar los avances realizados en lo que respecta a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y la IE se encuentra presente para representar la voz del movimiento sindical.
El Foro Político de Alto Nivel examina los avances realizados en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y tiene lugar en la sede de la ONU en Nueva York en julio de cada año. Su propósito es “proporcionar liderazgo político, orientación y recomendaciones sobre la aplicación y el seguimiento de la Agenda 2030; realizar un seguimiento del progreso de los ODS; impulsar políticas coherentes basadas en las evidencias, las pruebas científicas y las experiencias de los países, así como abordar cuestiones nuevas y emergentes”.
Antonia Wulff, de la Internacional de la Educación (IE), habló en nombre de los trabajadores y los sindicatos en la sesión sobre la participación de diferentes partes interesadas y analizó específicamente el papel de cada una de ellas. La declaración de los trabajadores y los sindicatos planteó la preocupación ante cuestiones como los ataques a los sindicatos y la manera en que la agenda de trabajo decente se percibe en todo el mundo, así como la falta de financiación pública para garantizar los derechos humanos y el trabajo decente para todos.
Antonia Wulff propuso ampliar el alcance del diálogo social de un modo “valiente y coherente” como una manera de superar las tensiones entre los pilares económicos y sociales del desarrollo sostenible. Asimismo, Wulff expresó su preocupación por el hecho de que el ODS 10 (reducir la desigualdad) no cuente con un “organismo madre” o ministerio que garantice su aplicación.
Revisiones nacionales voluntarias
Las revisiones nacionales voluntarias ocupan un lugar central en las deliberaciones. Estas consisten en un proceso voluntario en el que los países pueden inscribirse con el fin de revisar y presentar los progresos realizados. Solo durante el primer año se inscribieron veintidós países (obtener más información aquí).
Habiendo transcurrido menos de un año desde que se aprobaran los ODS, resulta complicado llevar a cabo las revisiones. Los países se han centrado en el análisis de los progresos realizados hasta la fecha, y en la incorporación de los ODS en los planes y las estrategias nacionales. Muchos de los 22 países han puesto en marcha algún mecanismo destinado a integrar a la sociedad civil en estos procesos, como ocurre con Noruega, Finlandia y Alemania, que han incluido a representantes de la sociedad civil como parte de sus presentaciones oficiales. En el caso de Alemania, fue Ansgar Klinger, del sindicato de docentes GEW quien presentó una declaración conjunta en nombre de las ONG, los sindicatos y el sector privado, solicitando la participación estructurada y obligatoria de las partes interesadas en la aplicación de los ODS.
La mayoría de los países han señalado la educación como un ámbito en el que se han realizado considerables progresos, y países como Finlandia han puesto de manifiesto la matriculación gratuita en todos los niveles del sistema educativo y los almuerzos escolares gratuitos para todos como factores de éxito fundamentales.
Fortalecer y ampliar el diálogo social se consideró un medio y un fin de la Agenda 2030, y una práctica óptima para la toma de decisiones democrática y participativa. Por otra parte, esto constituye una potente herramienta para resolver las tensiones inherentes entre los pilares sociales y económicos de los ODS.
Por último, se resaltó como un asunto prioritario el objetivo de reducir las desigualdades en y entre los países, sobre todo teniendo en cuenta que no existe un organismo o ministerio específico que se encargue de su aplicación.