Los sindicatos alemanes están presionando con el fin de establecer planes de inclusión efectivos para los refugiados adultos que llegan al país, que se centren especialmente en una educación integradora basada en las habilidades lingüísticas y la adquisición de títulos habilitantes.
Mientras decenas de miles de refugiados que solicitan asilo siguen llegando a Europa, el sindicato docente alemán, Gewerkschaft Erziehung und Wissenschaft(GEW), miembro de la Internacional de la Educación (IE), está elaborando una estrategia destinada a incluir a los adultos en la sociedad y en el mercado laboral.
Integración innovadora
En un comunicado publicado en su página web, el GEW incide en la financiación de programas de integración innovadores que comprendan la enseñanza de competencias lingüísticas, así como una formación profesional, académica y política.
De acuerdo con los datos proporcionados por el Instituto de Investigación de Mercado Laboral y Profesional (IAB, por sus siglas en alemán), el 46 por ciento de los adultos registrados en 2015 había cursado estudios secundarios o superiores; uno de cada cuatro nunca había tenido acceso a la escuela o solo había tenido acceso a la enseñanza primaria; y el 26 por ciento había asistido a una escuela de formación profesional o técnica.
Estas estadísticas han conducido al GEW a encontrar un alto potencial en los recién llegados para cursar estudios secundarios o superiores.
Medidas regionales específicas
Por otro lado, el sindicato pone de manifiesto el hecho de que la integración en el mercado laboral requerirá que se tomen medidas destinadas a fomentar las competencias lingüísticas y la adquisición de títulos habilitantes. Según el comunicado, “el éxito de cualquier política de integración reside en la adopción, por una parte, de medidas regionales adecuadas al grupo destinatario, que deben entrelazarse de manera unificada para formar un único programa nacional”.
Asimismo, el grupo de trabajo sobre educación para adultos dentro del GEW ha puntualizado que la calidad y el éxito de cualquier programa de integración dependerán de la calidad de las condiciones laborales de las personas implicadas en la prestación de la formación, vinculando una vez más estos programas con el tema de la financiación adecuada.