El servicio de educación pública británico padece de una hemorragia de docentes. Son muchos/as los que parte a la búsqueda de mejores condiciones fuera del Reino Unido, o están contemplando un cambio de carrera a fin de huir del empleo precario.
En respuesta a los recientes comentarios del Inspector Jefe de las escuelas de Inglaterra, Sir Michael Wilshaw sobre el número de docentes que abandonan el sistema para enseñar en el extranjero, Chris Keates, Secretaria General de NASUWT, organización miembro de la Internacional de la Educación (IE) en el Reino Unido, señaló que esta “era otra consecuencia desoladora más de la política del Gobierno”.
“El servicio de educación pública sufre una verdadera hemorragia de docentes, no solamente porque un buen número de ellos/as desea marcharse a enseñar al extranjero, sino porque otro número igualmente importante abandona la enseñanza por otros sectores económicamente más competitivos”, añadió. Uno de los mayores problemas son las escuelas, subrayó, que ni siquiera ofrecen puestos permanentes a los docentes recién titulados.
La docencia: una profesión que se descuida en todo el mundo
La situación en el Reino Unido no es un caso aislado. En el momento en que dirigentes sindicales y gobiernos se preparan para reunirse en Berlín con motivo de la 6ª Cumbre Internacional sobre la Profesión Docente (ISTP, por sus siglas en inglés), la IE publica un documento informativo en el que pone de manifiesto la falta de consideración de que son objeto los/las profesionales de la enseñanza en lo que se refiere a la formación y las perspectivas de carrera.
Este documento, que puede consultarse en línea, se ha publicado paralelamente con el informe de fondo de la OCDE preparado para la Cumbre, “ Teaching excellence through professional learning and policy reform” (Enseñar la excelencia a través de la formación profesional y las reformas políticas). Ambos documentos hacen hincapié en la importancia de proporcionar a los/as docentes suficientes oportunidades de desarrollo a lo largo de su carrera, afín de que puedan adaptarse a las necesidades de la educación de nuestras sociedades, que experimentan una rápida mutación.