Los expertos en educación confirman que es una forma de capacitar a los docentes y fomentar el liderazgo entre ellos, pero, en la cumbre internacional sobre docentes de este año, el reto ha sido cómo hacer de la colaboración entre docentes una realidad.
La colaboración entre docentes: progresiva y creativa, pero ¿qué significa en realidad y cómo pueden los sistemas educativos lograr que funcione?
En la V Cumbre Internacional sobre la Profesión Docente (ISTP) celebrada la semana pasada en Banff (Alberta), la colaboración entre docentes se convirtió en el tema del momento en Twitter por ser lo más comentado del programa. El consenso general es que la colaboración entre docentes es algo positivo, un medio para capacitar al profesorado y forjar líderes docentes.
Qué entendemos por colaboración entre docentes
La colaboración entre docentes es mucho más que un concepto; es una forma de trabajar juntos. En lugar de aislarles, permite a los docentes intercambiar conocimientos y recursos e incluso estimula la enseñanza en equipo.
El último informe TALIS de la OCDE (Estudio internacional sobre enseñanza y aprendizaje) muestra claramente que cuando los docentes colaboran y asumen el papel de líderes se sienten respetados y más satisfechos con su trabajo. De hecho, el informe TALIS 2013 muestra que los docentes que participan en la política escolar afirman también que la labor docente es valorada por la sociedad.
Una de las principales defensoras de una mayor colaboración entre docentes, la profesora Linda Darling-Hammond de la Universidad de Stanford, que también estuvo en Banff para compartir su amplia experiencia, ha redactado la última entrada del blog de la IE dedicado a la crisis en la educación. Escrito en colaboración con su compañero de Stanford Dion Burns, « Professional Collaboration and Effective Teaching Environments» analiza por qué la colaboración entre docentes es un método eficaz para fortalecer al profesorado y mejorar la calidad educativa de los estudiantes.