Los sindicatos de la educación han descubierto horrorizados que la mayor empresa de servicios y contenidos educativos del mundo ha emprendido una nueva actividad, pasando de la administración de pruebas a la vigilancia en línea de la actividad en medios sociales de los estudiantes estadounidenses, a ver si pillan a algún tramposo.
Y es que el gigante del edunegocio Pearson, a través de un subcontratista, se dedica a vigilar los mensajes en línea de los alumnos. Saltó la noticia al filtrarse un correo electrónico en el que se informaba a un responsable escolar de Nueva Jersey de que un tuit publicado por un estudiante horas después de una prueba había sido señalado por infracción de “Máxima Prioridad”. Más tarde se supo que el Departamento de Educación del estado llamó a la escuela para que castigara al estudiante.
La noticia del espionaje a estudiantes ha suscitado numerosas preguntas en torno a la privacidad de los alumnos y la extralimitación de una empresa multinacional.
“No es la primera vez que Pearson incurre en comportamientos reprensibles”, advierte, en un comunicado, Randi Weingarten, presidenta de la American Federation of Teachers(AFT), señalando otros casos, como el de los docentes a los que prohibió pronunciarse después de supervisar sus exámenes o cuando se supo que estaba aprovechando el sistema de educación pública para aumentar ganancias.
“Ahora resulta que la empresa tiene vigilados a los alumnos, muchos siendo menores de edad. Una cosa es proteger la propiedad intelectual y otra muy distinta resolver las muchas implicaciones de esta situación”, dijo Weingarten.
Este acto de vigilancia, según informes de prensa, no se limita al estado de Nueva Jersey, sino que otros distritos escolares de Estados Unidos han contratado a empresas privadas para vigilar la actividad de alumnos en sitios como Twitter, Facebook, Instagram y Vine. Tales acciones se apoyan en el argumento de que sirven para cazar a los copiones y evitar el fraude del intercambio de preguntas de examen.
Otros estados del país, por vía legislativa, están buscando prohibir la vigilancia antes de que ésta pueda llegar a hacerse hueco en sus distritos.
Puede suscribir el texto de condena publicado por AFT contra la táctica de vigilancia de Pearson aquí.