La Internacional de la Educación ha exigido que las autoridades públicas de Myanmar cesen la violenta represión contra las protestas estudiantiles que piden cambios en la Ley de Educación Nacional, y que los estudiantes sean incluidos, junto con los representantes de los docentes, en los debates parlamentarios.
La Internacional de la Educación (IE) y otros sindicatos internacionales y organizaciones de derechos humanos también han aprobado una declaración instando al Gobierno nacional de Myanmar a que “cese y desista inmediatamente de utilizar una fuerza y una violencia excesivas contra los estudiantes que protestan pacíficamente, y a que garantice que las fuerzas de seguridad ejerzan el mayor grado de contención en cualquier interacción con los manifestantes que están ejerciendo sus derechos civiles y políticos”. Los demás signatarios son la Confederación Sindical Internacional (CSI), la Alternative Asean Network on Burma(la afiliada nacional de la Federación Internacional de Derechos Humanos), y los sindicatos de educación de Myanmar, la Asociación de Profesores Universitarios de Myanmar y la Federación de docentes de Myanmar.
Desde el 20 de enero, cientos de estudiantes han marchado desde Mandalay a Rangún para exigir cambios en la Ley de Educación Nacional, aprobada por el Parlamento en septiembre de 2014. Las peticiones de cambios en la ley comprenden la garantía de libertad para formar sindicatos de estudiantes, la enseñanza del idioma materno en las zonas étnicas, una mayor autonomía para las universidades, así como la asignación de un 20 por ciento del presupuesto nacional a la educación.
Fuertes exigencias
Los signatarios de la declaración también instan al Gobierno de Myanmar a:
- Celebrar las próximas sesiones de audiencia sobre el proyecto de ley para modificar la Ley de Educación Nacional con los representantes del movimiento estudiantil y docente, incluidos los de las minorías étnicas y religiosas, y proporcionar a los estudiantes y a los docentes una vía eficaz para expresar sus preocupaciones y proponer soluciones.
- Evitar cualquier acción que reprima violentamente el derecho de los estudiantes a ser escuchados acerca de las cuestiones que les afectan directamente.
- Investigar y exigir responsabilidades a los responsables de la violencia, e implementar medidas institucionalizadas a nivel nacional para evitar que vuelvan a producirse incidentes similares.
- Retirar todos los cargos contra los estudiantes detenidos y liberar incondicionalmente a los estudiantes que siguen estando detenidos.
- Modificar sin demora la Ley de Educación Nacional con arreglo a las exigencias de los estudiantes y docentes, con el fin de garantizar unas reformas educativas auténticas que respondan a las necesidades actuales, así como a las preocupaciones de las partes interesadas.
“La Ley de Educación Nacional tiene que cambiar”, afirman los estudiantes
El 2 de marzo, los estudiantes reanudaron sus protestas después de que el Gobierno se negara a cumplir sus peticiones de modificación de la ley del 28 de febrero. Acto seguido se encerró a un grupo de estudiantes de Letpadan, Pegu Division, en un monasterio y se le impidió marchar a Rangún. En un gesto de solidaridad, los estudiantes y otros simpatizantes en Rangún y en otras partes del país también llevaron a cabo protestas pacíficas.
El 5 de marzo, la policía de Rangún reprimió violentamente a los estudiantes que protestaban pacíficamente frente al Ayuntamiento de Rangún, hiriendo a varios de ellos y arrestando a ocho manifestantes, entre ellos a la defensora de los derechos de las mujeres, Nilar Thein. En la mañana del 6 de marzo, la policía de la ciudad de Letpadan también dispersó violentamente la manifestación estudiantil celebrada cerca de un monasterio y a sus simpatizantes. La policía arrestó a cinco estudiantes. Los manifestantes detenidos ya han sido puestos en libertad.
El 10 de marzo, después de que a los manifestantes en Letpadan se les permitiera en un principio ir a Rangún, la policía y los miembros de los grupos paramilitares rodearon a los manifestantes pacíficos y desarmados y procedieron a atacarlos brutalmente. Posteriormente, los estudiantes, los monjes y los habitantes de Letpadan heridos, que se habían reunido para manifestar su apoyo, fueron arrestados por la policía.
A principios de este año, el Presidente de la Federación de Docentes de Myanmar, el Dr. Ko Sai, fue trasladado a una universidad que se encontraba a unos 700 km de Yangon, debido a su participación sindical.