Mientras el Gobierno belga sigue adelante con las impopulares medidas de austeridad destinadas a hacer frente a la deuda y a la economía estancada del país, los opositores aludieron a las escuelas superpobladas como un claro ejemplo de que las promesas no se han cumplido, y exigieron que se tomaran medidas.
Lo que parecía una escena de fervientes asistentes a un concierto que acampaban la semana pasada en un ambiente gélido para conseguir entradas en la Región de Flandes de Bélgica, era en realidad la extraña realidad de unos padres que esperaban para poder matricular a sus hijos en una escuela pública.
“Es humillante que nos hacinen como animales en el frío”, dijo Petra Gwyn-Jones, una de las madres que tuvo que hacer turnos con su marido durante toda la noche para conseguir una de las tan ansiadas plazas para su hija. A pesar de que tuvieron que esperar sin disponer de aseos, Gwyn-Jones, que también trabaja como coordinadora en la Internacional de la Educación (IE), declaró que un aspecto positivo de la experiencia era que “la escuela tuvo la amabilidad de proporcionarles café y pasteles”.
Ella es una de los aproximadamente 160 padres que acamparon durante la noche para poder ser los primeros en matricular a sus hijos en el centro de secundaria Zavo, en Zaventem, una localidad que se encuentra a las afueras de Bruselas, la capital de Bélgica. Lamentablemente este no fue un caso aislado.
La larga fila de padres dejó patente la escasa inversión que realiza Bélgica en el sistema escolar público. Según los informes, la Región de Flandes sola pronto alcanzará un déficit de 2 800 plazas en las escuelas primarias el mes de septiembre próximo.
Los sindicatos de la educación de Bélgica se han hecho eco del descontento de los padres, condenando las actuales medidas tomadas por los Gobiernos federales por el impacto negativo que producen sobre los docentes y la educación pública de calidad, y han ofrecido posibles soluciones.
COV: Flandes debe garantizar unos docentes cualificados y una educación de calidad
Con respecto a la relación existente entre los sindicatos con el Gobierno, Marianne Coopman, Secretaria General de la Christelijk Onderwijzersverbond(COV), una organización afiliada a la Internacional de la Educación, manifestó que “Todavía no existe la paz social”.
Muchas personas se oponen a la decisión del Gobierno belga de renunciar a un aumento del índice salarial de este año, lo que ayudaría a regular el aumento del coste de vida, pero se justifica con el hecho de ahorrar millones de euros de dinero público. El dinero, afirma Coopman, debe ser reinyectado en la educación.
“Flandes prevé que la subida del índice aportará 200 millones de euros”, puntualizó. “Si el Gobierno federal lleva a cabo una subida del índice, se conseguirá el objetivo acordado: la creación de nuevos puestos de trabajo”. Para la COV, el dinero aportado por la subida del índice debe ser completamente devuelto a los grupos de personal de los que proviene, y no puede haber ningún debate al respecto, añadió ella.
“Estas medidas gubernamentales lastran fuertemente las oportunidades para el personal que comienza, los salarios, las interrupciones de la carrera profesional”, así como las jubilaciones, afirmó Coopman. “Justo cuando necesitamos desesperadamente buenos maestros, la profesión docente deja de resultar atractiva”.
Con el fin de mantener el profesionalismo y respaldar su compromiso, las condiciones laborales de los docentes también deben ser de alta calidad, lo que requiere, sobre todo, que se invierta en el desarrollo profesional, en el liderazgo educativo y en buenas infraestructuras, declaró Coopman.
Entre las medidas concretas que se deben adoptar, Coopman mencionó: empleos a tiempo completo de larga duración para el profesorado que comienza su vida laboral; y sistemas de carrera a tiempo parcial para los docentes con distintas trayectorias de carrera, necesarios para conciliar la vida laboral y familiar durante el mayor tiempo posible.
CSC-Enseignement: Los docentes están directamente afectados por las medidas sociales
La situación social en el país se vuelve cada vez “más y más explosiva”, advirtió Eugène Ernst, Secretario General de la Confédération des syndicats chrétiens de l’enseignement(CSC-Enseignement), afiliada a la Internacional de la Educación.
Para mejorar la situación económica, CSC-Enseignement ha propuesto un plan de estímulo económico a través de la inversión gubernamental en infraestructura y en servicios públicos, del mantenimiento del poder adquisitivo; una justicia fiscal que se consiga gracias a la contribución de todos los ingresos (bienes inmuebles, inversiones, ingresos financieros) para reducir el impuesto sobre el trabajo; un impuesto sobre la fortuna; así como una inversión en los servicios públicos, incluida la educación.
Adoptar una postura con respecto a la educación de calidad
El Christelijke Onderwijscentrale(COC), otra organización miembro de la Internacional de la Educación, convocó ayer a más de 9 000 sindicalistas en el centro de la ciudad de Bruselas para expresar su oposición ante la amplia gama de planes económicos del Gobierno, que comprende una propuesta de recortes a los servicios públicos y negociaciones para los trabajadores del sector público y la educación.
Imagen: Padres belgas haciendo cola para tener la oportunidad de matricular a sus hijos en una escuela.