Los sindicatos de la educación italianos han mostrado públicamente su oposición al voto de silencio del gobierno después de que los llamamientos para arrancar el diálogo social sobre las condiciones de empleo de los docentes hayan quedado sin respuesta.
Las afiliadas italianas de la Internacional de la Educación (IE) – FLC CGIL, CISL SCUOLA y UIL SCUOLA – no ha recibido respuesta a su solicitud de que el ministro de educación explique las medidas propuestas por el gobierno que figuran en la ley sobre estabilidad laboral de 2015 que repercutirán directamente en las relaciones laborales. En una declaración conjunta del 5 de febrero, los sindicatos dijeron que estas medidas, incluidos los salarios, se inscriben en el marco contractual de la ley.
Recortes y retrasos
Los sindicatos insistieron en que la conducta del gobierno compromete “el desempeño correcto y provechoso de las relaciones laborales” y conduce a “un clima de tensión y de preocupación entre el personal”.
Los sindicatos de los docentes dijeron que, en ausencia de negociaciones, hay una proliferación de rumores que predicen una clara reducción de los salarios. Además, dijeron que mientras el modo de identificar qué docentes “merecen” beneficios económicos sigue siendo vago, está muy claro que los aumentos salariales debido al “mérito” de los docentes estarían limitados al 20%, en comparación con el incremento salarial medio actual vinculado a su antigüedad.
Los sindicatos de la educación también condenan el hecho de que los salarios no sólo se mantengan por debajo de la media europea, sino que los hipotéticos beneficios de los “méritos” para algunos se realicen a costa de grandes reducciones en el tratamiento del resto de la profesión. A esto hay que añadir el nuevo aplazamiento de las renovaciones de los contratos, que conduce a una disminución de los salarios y a una incapacidad de mejorar adecuadamente el profesionalismo del personal docente.
Cuestiones pendientes relativas a la profesión docente
Los trabajadores de la educación no merecen una nueva humillación, dijeron los sindicatos de la educación. Asimismo, la negativa del gobierno de abrir un debate sobre el estado de la profesión docente es un incentivo para que los sindicatos se movilicen en favor de los objetivos que sostienen desde hace tiempo: la renovación de los contratos, la estabilidad laboral y el pleno reconocimiento de la labor de los educadores en materia de remuneración.
El 17 de febrero está prevista una concentración frente al Ministerio de Educación para solicitar más equidad en el plan de contratación del gobierno para resolver la inseguridad laboral. Los sindicatos advierten de que éste es sólo el primer acto de movilización que, en caso de falta de respuesta, se desarrollará y se adoptarán nuevas medidas para hacer avanzar las demandas de los profesionales de la educación, las cuales han sido ignoradas durante demasiado tiempo.