Más de 1.200 representantes de gobiernos, trabajadores/as, empleadores/as y sociedad civil de todo el mundo se han reunido en la III Conferencia Mundial sobre Trabajo Infantil, que tuvo lugar del 8 al 10 de octubre en Brasilia, Brasil. Gracias a un exitoso esfuerzo de defensa llevado a cabo por la delegación sindical de educación y el apoyo de otras partes interesadas, el diálogo social y la formación del profesorado se incluyó en la declaración final
La Conferencia tuvo como objetivo reflexionar sobre los progresos realizados desde la anterior convocatoria en 2010, así como discutir nuevas formas para intensificar la acción mundial contra el trabajo infantil, particularmente en sus peores formas.
Una nutrida delegación formada por representantes de sindicatos docentes de 14 países subrayaron el papel clave de una educación universal, gratuita y de calidad, así como la necesidad de involucrar a docentes en la elaboración de políticas educativas como herramientas indispensables para la erradicación efectiva del trabajo infantil.
Progresos hechos, retos por venir
La Conferencia fue inaugurada por Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, y por Guy Ryder, Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El número mundial de niños/as trabajadores/as ha disminuido de 246 millones a168 millones en la última década, señaló Ryder en referencia al reciente informe de la OIT, "Marcando el progreso contra el trabajo infantil".
Las “malas noticias”, explicó, es que esto no será suficiente para alcanzar la meta de eliminar las peores formas de trabajo infantil para el año 2016, según lo acordado por la comunidad internacional a través de la OIT. Ryder destacó la importancia de los estados que trabajan para “cumplir su obligación de garantizar el acceso universal a la educación oficial obligatoria para todos/as los/as niños/as hasta la edad mínima para trabajar, y mejorar la calidad de la educación”.
Para conseguirlo, se requiere una inversión importante. "Por lo menos, necesitamos 1,7 millones más de docentes cualificados”, indicó. “Necesitamos formar y cualificar el gran número de docentes que no están cualificados. Tenemos que hacer de las escuelas lugares seguros y alegres para los/as niños/as”.
Jeroen Beirnaert, de la International Union Confederation(ITUC), reconoció los avances conseguidos en la reducción del trabajo infantil en Brasil. También hizo hincapié en la necesidad de una educación con recursos suficientes. “Instamos a nuestro anfirión a invertir más en sus docentes y en su sistema de educación pública”, manifestó. “Decenas de miles de personas marcharon por las calles de Río hace dos días como muestra de apoyo a una huelga de más de 50 días, por una buena razón”.
L os Gobiernos deben asumir su responsabilidad
El ponente Kailash Satyarthi declaró en la conferencia: “No vamos a eliminar el trabajo infantil hasta que no tengamos una educación universal. Y no conseguiremos llevar a todos/as los/as niños/as a la escuela hasta que no erradiquemos el trabajo infantil”. Activista incansable y co-fundador de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil, de 80.000 km de longitud, Satyarthi ha desempeñado un papel importante vinculando la lucha contra el trabajo infantil con los esfuerzos para lograr una Educación para Todos/as.
Tereza Campello, ministra brasileña de Desarrollo Social y Combate contra el Hambre, señaló que el trabajo infantil en su país se ha reducido tanto en períodos de estancamiento económico como en tiempos de crecimiento.
"El crecimiento económico no se traduce automáticamente en la reducción del trabajo infantil, y la pobreza no es la única causa", afirmó. Campello enfatizó que la voluntad política, las políticas públicas y la participación activa de todos los actores son fundamentales en la lucha contra el trabajo infantil.
Los/as docentes como agentes del cambio
Dominique Marlet, coordinadora senior de la IE, participó en una mesa sobre “Modelos educativos y escuelas”. En su contribución, Marlet se centró en las iniciativas adoptadas por los/as docentes y sus sindicatos para identificar y eliminar el trabajo infantil mediante la educación.
Señaló que, a pesar del consenso general de que la educación debe ser un asunto prioritario en la agenda para erradicar el trabajo infantil, los/as “docentes” parecen un elemento clave ausente en los debates.
“Los/as docentes, aquellos/as que imparten la educación, son con frecuencia excluídos de las políticas del Gobierno para mejorar la calidad de la educación”, declaró Marlet. “Si los/as docentes solicitan un negociación colectiva, un diálogo social y vías para comprometerse en las políticas educativas, no es sólo para hablar de asuntos sobre cómo ganarse el pan. Se trata, sobre todo, de contribuir al desarrollo de mejores oportunidades de aprendizaje para todos/as los/as niños/as y adolescentes”.
Marlet también esbozó los elementos esenciales de una educación de calidad: el acceso universal y gratuito a docentes de calidad, modernas herramientas docentes y recursos didácticos, así como entornos de aprendizaje y enseñanza seguros y protegidos.
Camino a seguir
El último día de la Conferencia, el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva pronunció un animado discurso de clausura. "No faltan recursos, sino voluntad política para acabar con el trabajo infantil en el mundo", apuntó Lula.
Se perfiló la Declaración de Brasilia, una declaración final que expresa el compromiso de los países para la erradicación sostenible del trabajo infantil. Este documento guiará y apoyará futuros esfuerzos para erradicar el trabajo infantil en todo el mundo.
El punto 6 señala: "Destacamos que la educación, la salud y los/as trabajadores/as sociales deben tener derecho a unas condiciones de trabajo dignas, a una formación inicial y continua relevante. Se deben desarrollar políticas relacionadas contando con las organizaciones de trabajadores a través del diálogo social”. Puedes leer aquí la declaración completa en español.