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Internacional de la educación
Internacional de la educación

Hace quince años, el 17 de enero de 1998, la Marcha Global contra el Trabajo Infantil se inició con un recorrido de 80.000 km en el que miles de personas marcharon hombro con hombro para llevar entre todos el mensaje contra el trabajo infantil y la esclavitud. La marcha, en la que participaron la Internacional de la Educación, sindicatos, organizaciones de docentes, organizaciones de defensa de los derechos del niño así como niños y niñas, atravesó 103 países sensibilizando profundamente a su paso sobre la necesidad de la erradicación del trabajo infantil.

En aquel entonces, en 1998, la situación de la protección del niño contra la explotación, la trata y la esclavitud era muy diferente a la que conocemos hoy en día. El trabajo infantil propiamente dicho no era reconocido, ni en el ámbito social ni en el político, era considerado como aceptable y una especie de norma para los niños de familias pobres y vulnerables. Además, a pesar de la omnipresencia del trabajo infantil en todo el mundo, es decir, 250 millones de niños y niñas trabajando, no existía una legislación internacional que lo abordara, además de que se carecía de una campaña colectiva para presionar por su erradicación. Sin embargo, la Marcha Mundial, que comenzó con un pequeño grupo de participantes motivados, a la que se unieron más tarde muchos más en el transcurso de los últimos 15 años, ayudó a lograr cambios significativos.

La marcha mundial realizada en 1998 dio lugar a la primera campaña a escala mundial contra el trabajo infantil, la cual facilitó la formulación del primer instrumento internacional sobre el trabajo infantil, ya que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aprobó su Convenio núm. 182 relativo a “La eliminación de la las peores formas de trabajo infantil”. Este Convenio fue rápidamente ratificado por 177 países.

Anteriormente existía una falta de coherencia entre las políticas así como de comprensión de la interrelación existente entre el trabajo infantil, la pobreza y la educación. Sin embargo, con el paso de los años, se ha creado un paradigma del enfoque hacia el trabajo infantil, y se le ha reconocido como un problema socioeconómico vinculado a otras cuestiones de desarrollo. En 2005, se creó el Grupo de Trabajo Mundial sobre Trabajo Infantil y Educación, donde la Marcha Mundial era uno de los miembros fundadores, conjuntamente con la Internacional de la Educación, la OIT, UNICEF, UNESCO y el Banco Mundial para trabajar en la interrelación existente entre la erradicación del trabajo infantil y la educación para todos. Gracias a estos esfuerzos, ahora se reconoce el trabajo infantil como un obstáculo para el logro de la Educación para Todos, la educación primaria universal y otros Objetivos de Desarrollo del Milenio.

“La Internacional de la Educación y sus organizaciones miembros han asumido el compromiso de apoyar la lucha internacional contra el trabajo infantil. Desde la fundación de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil, hace 15 años, los docentes y sus organizaciones están en primera línea de la Educación para Todos y de las iniciativas para la erradicación del trabajo infantil y seguirán comprometidos con esta causa”, afirmó Susan Hopgood, Presidenta de la Internacional de la Educación, uno de los miembros fundadores de la Marcha Mundial.

Puede leerse (en inglés) el comunicado de prensa completo de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil aquí

Para saber más sobre el trabajo de la Internacional de la Educación en contra del trabajo infantil, haga clic aquí

Más información (en inglés) sobre la Marcha Mundial contra el Trabajo Infantil está disponible aquí

Vídeo de la IE para educadores sindicales: ¡No al trabajo infantil! ¡Sí a la educación!