La Unión Europea y Estados Unidos están listos para iniciar a principios del próximo año unos diálogos que, según los representantes de estos países, crearán un bloque comercial que representará alrededor de la mitad del rendimiento económico mundial y cerca de un tercio del comercio global.
Los representantes de ambas orillas del Atlántico han confirmado que un grupo de expertos copresidido por el Comisario de Comercio de la UE, Karel De Gucht, y el Representante Comercial de EE.UU., Ron Kirk, publicará un informe en diciembre que recomendará lograr un acuerdo comercial y económico integral.
A pesar de que ambas partes se han mostrado de acuerdo en repetidas ocasiones con los diálogos, el anuncio oficial se pospuso hasta después de las elecciones estadounidenses.
Algunos infiltrados dicen que las verdaderas negociaciones podrían no iniciarse hasta marzo de 2013, que irían mucho más allá de la reducción de tarifas y que incluirían la regulación, los derechos de propiedad intelectual y la adjudicación de contratos y servicios públicos.
Los observadores señalan que con la ronda de negociaciones comerciales de Doha asomándose al fracaso tras cumplirse una década, la UE y EE.UU. están persiguiendo agresivamente acuerdos de libre comercio bilaterales. El año pasado, llegaron a un acuerdo Europa y Corea del Sur, y la UE tiene previstos tratados con Canadá, la India y Japón.
Las negociaciones entre la UE y Canadá se han alargado más de lo previsto, pero Bruselas y Washington se muestran optimistas y piensan que pueden evitar un estancamiento.
"Creo que podemos hacerlo rápido", dijo, según Reuters, Michael Froman, asesor de asuntos económicos internacional de la Casa Blanca, durante una reunión de compañías de servicios. "También sabemos... dónde están los obstáculos y cómo salvarlos".
Indicaciones anteriores sugieren que una de las vías por las que los negociadores esperan concluir pronto las negociaciones es esquivar cuestiones agrícolas sensibles, como la prohibición de Washington a la UE sobre la importación de ternera y la restricción de la UE sobre los alimentos genéticamente modificados.