Una de las afiliadas de la IE en Alemania, el Gewerkschaft Erziehung und Wissenschaft (GEW), junto con sindicatos de la Federación Alemana de Sindicatos (DGB por sus siglas en alemán), ha adoptado una postura firme en cuanto a la crisis en Europa y ha pedido una señal clara de cambio de políticas.
“Los sindicatos alemanes piden unánimemente un cambio definitivo de las políticas europeas”, se afirma en una declaración enviada a la IE por el Presidente del GEW, Ulrich Thöne.
“Necesitamos una señal clara para hacer los presupuestos de Europa efectivos y hacer posible que la democracia actúe. Juntos, los sindicatos de la DGB han desarrollado una estrategia para sacar a Europa de la crisis. Nos hemos centrado en la prosperidad para todos(as), queremos crecimiento y una redistribución de la riqueza.”
También dijo que los presupuestos públicos de Europa deben ser eficientes para que los gobiernos puedan adoptar medidas e influir en las condiciones económicas y sociales.
En el 6° Congreso Mundial de la IE celebrado el año pasado en Sudáfrica, los/las delegados(as) aprobaron una Resolución combinada sobre el Financiamiento continuo de la Educación Pública en medio de la Crisis Económica. Recomendaba que se ejerciera presión “sobre los Gobiernos, las instancias públicas y las instituciones internacionales para encauzar el fenómeno de la competencia fiscal perjudicial -regímenes fiscales preferenciales, paraísos fiscales y jurisdicciones “extraterritoriales”- con el fin de aumentar los recursos financieros necesarios para apoyar todos los servicios públicos, incluida la financiación adecuada y a largo plazo de una educación pública de calidad”.
Thöne apoya el aumento de impuestos sobre los niveles elevados de ingresos y bienes. Esto garantizará que los responsables de la crisis financiera, que previamente disfrutaban de tipos impositivos bajos, paguen una parte justa en la recuperación.
“La política de la Canciller Angela Merkel y el Presidente francés Nicolas Sarkozy conducirá a Europa a un desastre económico y financiero”, dijo Thöne. “Una gran parte de la riqueza de Alemania surge de las deudas de otros países. Por ello, Alemania no es sólo responsable de las causas de la crisis económica y financiera, sino de encontrar soluciones a la misma”.
La recuperación, manteniendo raíces económicas sostenibles y sólidas, “requiere un programa a largo plazo, incluyendo inversiones en sectores y servicios sostenibles”, dijo. “Además, los gastos en instalaciones educativas y su cualidad se deben aumentar considerablemente en toda Europa”.
“La crisis no es únicamente una amenaza económica: una división en Europa pondría en peligro su propio concepto tradicional de proceso pacífico de fusión”. Por esto, “la política del Gobierno alemán de tratar con condescendencia a otros y afirmar que la manera de hacer las cosas en Alemania es la correcta es desastrosa. Destruye la perspectiva de una Europa social y democrática, que debe ser esencial en nuestra política conjunta”.
La Resolución del Congreso de la IE declaraba que “una educación financiada por el Estado, autónoma, y que rinda cuentas de forma democrática es parte de la solución a largo plazo a la recesión económica, puesto que un sistema educativo efectivo y bien financiado garantiza las futuras posibilidades de éxito, bien estar y la capacidad de inserción profesional de la próxima generación”.
La resolución además pedía al Consejo Ejecutivo que “(i) Busque un compromiso de parte de los gobiernos en el sentido de proteger el sector educativo y los servicios públicos del impacto de la crisis financiera e intensificar los esfuerzos globales para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio y las metas de Educación para Todos”.
Instaba a “las organizaciones afiliadas a nivel nacional, regional e internacional, a reforzar su campaña, en colaboración con los padres, estudiantes y comunidades escolares y la sociedad civil en general, en favor de una educación de calidad, accesible y financiada públicamente, y a promover la educación como un bien público y un derecho humano”.