Decenas de miles de docentes, entre ellos los socios de la IE –el Sindicato de Profesores del Líbano (TSL) y la Liga de Profesores de Educación Secundaria Pública del Líbano (LPESPL)–, han estado en huelga en todo el Líbano el 15 de diciembre. Amenazan con tomar medidas mayores si el gobierno no consigue mejorar el incremento salarial previsto.
En la capital, Beirut, docentes de las escuelas pública y privada se han manifestado juntos sin importar su filiación política. Esto pone de relieve la unidad e independencia de la entidad organizadora, el Comité de Coordinación de Sindicatos de Docentes.
Las pancartas y eslóganes de los manifestantes en contra del gobierno mostraban sus reivindicaciones: «Líderes, gobierno: ¡la situación de los docentes es vergonzosa! ¡Aumento de la inflación, un alto coste de la vida y una subida ridícula! ¿Por qué ponéis en peligro el futuro de la educación?», coreaban los docentes.
Hanna Gharib, líder del LPESPL, ha explicado los motivos de esta acción: «Nos manifestamos hoy para condenar la decisión del gobierno y hacer responsables a aquellos que la han autorizado. Les pedimos que reconsideren esta decisión que va en contra nuestra y del pueblo libanés».
«El futuro de esta decisión no será mejor que el de la anterior. Torpedearemos la segunda como hicimos con la primera, apoyándonos en la unidad de nuestro sindicato», prosiguió Gharib, refiriéndose a un aumento salarial anterior aprobado por el gobierno en octubre. El Comité de Coordinación de Sindicatos de Docentesse opuso a esta medida, que fue posteriormente rechazada por el Consejo de la Shura del Líbano.
Nuestros salarios se han visto mermados más de un 80 por cien desde 1996. Tan sólo exigimos que se restaure parte del poder adquisitivo de los salarios de los docentes», afirmaba uno de los manifestantes, un docente de Sociología que no se vino abajo a pesar del largo trayecto hasta Beirut desde un pueblo del sur.
Haciéndose eco de esto, el líder sindical Gharib solicitó aumentos salariales según lo propuesto por los sindicatos de docentes, es decir, un aumento de los porcentajes en las divisiones de los salarios: «'Sí' a la igualdad, la justicia y la no discriminación que elimina el desacuerdo entre la plantilla, los docentes y los trabajadores. 'No' a los aumentos permitidos en el coste de la vida, que han mermado el incremento salarial incluso antes de su incorporación. 'Sí' a un aumento salarial acorde con el nivel de inflación desde 1996, que sobrepasa el 100 por cien». En la misma línea, solicitó una mejora de la atención sanitaria a los docentes e impulsar la educación en los colegios públicos.
Nehme Mahfoud, líder del TSL, retó al gobierno: «Si estas multitudes no significan nada para el gobierno y el primer ministro, entonces pensamos que el gobierno no representa al pueblo libanés».
Mahfoud también prometió emprender acciones legales contra los directores de colegios, a quienes acusó de amenazar con despedir a los docentes que secundaran la huelga. Concluyó: «O el primer ministro escucha el sufrimiento de estas gentes y reanuda las negociaciones [por el aumento salarial] o esta muchedumbre no desaparecerá de las calles de Beirut».