Las autoridades de Fiji se han negado a que una delegación sindical australiana y neozelandesa entrara en el país el 13 de diciembre. A su llegada al aeropuerto de Nadi, los representantes del Australian Council of Trade Unions (ACTU) y del New Zealand Council of Trade Unions (NZCTU) no obtuvieron el permiso para entrar en el país y fueron deportados sin poder disponer de ninguna asistencia consular.
Los sindicatos de Nueva Zelanda y Australia habían previsto reunirse con el Primer Ministro de Fiji, Frank Bainimarama, para tratar de entablar un nuevo diálogo en materia de derechos humanos y sindicales. También habían planeado reunirse con sus homólogos sindicales fiyianos, con líderes religiosos y con otros representantes empresariales y de la sociedad civil.
La Misión de ACTU/NZCTU a Fiji es fruto de la Misión de la OIT enviada a Fiji en agosto de 2011 y de otros exámenes locales y extranjeros de la situación actual, cada vez peor, de los derechos humanos y sindicales en la isla del Pacífico.
El Gobierno fiyiano ha emitido una serie de leyes y decretos que violan los derechos fundamentales de los trabajadores. El Decreto de Empleo de Sectores Nacionales Esenciales, emitido en agosto de 2011, anula los convenios colectivos existentes y elimina el derecho de huelga en cualquier sector que el Gobierno pueda designar. El Decreto autoriza además que los empleadores de empresas designadas por el Gobierno dicten las condiciones de trabajo, al tiempo que deniega a los trabajadores el derecho a expresarse a través de unos sindicatos independientes.
Haciendo referencia a la expulsión de la delegación sindical, la Presidenta de la IE, Susan Hopgood, declaró: “El Régimen de Fiji había invitado abiertamente a los sindicatos australianos y neozelandeses a venir y ver por sí mismos la realidad sobre el terreno. Ahora parece ser que el Régimen no esperaba que los sindicatos aceptaran la invitación y están haciendo acusaciones indignantes sobre ellos.”
Henry Rajendra, miembro del Australian Education Union, afiliada de la IE, ha subrayado asimismo que el Gobierno de Fiji no está cumpliendo con su obligación de proporcionar trabajo decente a su pueblo. “El Gobierno militar de Fiji ha estado implicado en un ataque sin cuartel contra el sindicalismo. En un país que oficialmente se declara tener a un 45% de la población viviendo por debajo del umbral de la pobreza, estas acciones no harán sino empeorar su nivel de vida, ya marginal. Se necesitan urgentemente unos sindicatos independientes.”
La IE sigue estando seriamente preocupada por las constantes violaciones de las normas internacionales del trabajo en Fiji, las cuales están repercutiendo directamente sobre sus afiliadas, la Fijian Teachers’ Association (FTA) y el Fiji Teachers’ Union (FTU), así como por la represión total del movimiento laboral de Fiji.