La IE ha condenado la suspensión de la educación superior en Bahrein al tiempo que continúa la brutal represión de los manifestantes pro-democracia que solicitan reformas políticas en el reino.
Los manifestantes se han visto inspirados por las recientes revueltas en Túnez y en Egipto, cuyos presidentes, en el poder desde hacía mucho tiempo, se vieron forzados a dimitir después de semanas de manifestaciones. El Rey ha reorganizado su gabinete, pero sin embargo no ha reemplazado al Primer Ministro Sheikh Khalifah ibn Salman al-Khalifah, en el puesto desde hace más de 40 años.
Tras ocho semanas de protestas, más de 1.000 tropas procedentes de Arabia Saudita y 500 de los Emiratos Árabes Unidos han llegado a Bahrein por invitación del Gobierno. No está claro si los soldados de otros Estados del Golfo están participando en la ofensiva, pero parece que las tropas saudíes se están manteniendo en reserva. Esta es la primera vez que el Gobierno árabe ha solicitado ayuda militar externa durante la oleada de protestas que se extiende por toda la región.
La plataforma de la oposición dirigida por la Shi’a ha declarado de “inaceptable” todas las intervenciones por parte de fuerzas armadas de países vecinos pertenecientes al Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, una agrupación regional de seis países, a saber Bahrein, Arabia Saudita, Kuwait, Omán, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos.
Con una población con un promedio de 30 años de edad y un índice de alfabetización del 91%, Bahrein es un país con un excelente historial educativo. Pero aun así, las tasas de desempleo juvenil se sitúan en el 19,6 %.
La mayoría musulmana de la Shi’a de Bahrein lleva mucho tiempo quejándose de dificultades económicas, de falta de libertad política y de discriminación en los trabajos a favor de los musulmanes sunitas por parte de la minoría musulmana sunita que gobierno el reino. También ha solicitado la nación evolucione de monarquía absoluta a monarquía constitucional.
La General Federation of Bahrain Trade Unions (GFBTU) ha convocado una huelga general el 15 de marzo, después de una serie de agresiones violentas a estudiantes universitarios y del excesivo uso de la fuerza por parte de la policía antidisturbios en el centro financiero de la capital, Manama.
El martes al menos dos personas murieron en los enfrentamientos y más de 200 han resultado heridas. Según fuentes sindicales: “Las fuerzas de seguridad han utilizado balas de caucho pero también balas reales contra los manifestantes. Hombres armados con cuchillos, palos y revólveres, que afirman ser pro-gubernamentales, inmovilizan los coches en los cruces y varios miembros del sindicato han sido agredidos. Diversos locales de partidos políticos han sido incendiados y tememos que nuestros locales también sean atacados.”
El Rey Hamad ibn Isa al-Khalifa ha declarado el estado de excepción por tres meses. El curso académico de las instituciones universitarias se ha suspendido y el Gobierno ha impuesto toque de queda y ha prohibido todas las manifestaciones.
La policía antidisturbios accedió el miércoles al Centro Médico de Salmaniya en Manama, y los médicos han informado que se les estaba impidiendo acudir al hospital y tratar a los pacientes.
Una doctora declaró que ella y sus compañeros se estaban escondiendo de las tropas, que habían tomado el edificio y estaban disparando contra la gente dentro del hospital y amenazando a los médicos con balas reales.
"Los tenemos aquí, por todas partes, con sus pistolas y disparan a cualquiera”, dijo.