Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace, instó a los 400 delegados internacionales en la Conferencia de Servicios Públicos de Calidad a oponerse a la amenaza que recae sobre los servicios públicos esenciales.
Calificando las medidas de austeridad preconizadas por algunos gobiernos como un "silencioso tsunami diario", el discurso inaugural de Naidoo señaló que tales políticas constituyen una "desastrosa coyuntura de circunstancias y una encrucijada", donde los sindicalistas y activistas de la justicia social deben renovar y reorientar las estrategias compartidas para superar las crisis climáticas, financieras, alimenticias, de fuentes de energía y de pobreza que siguen haciendo estragos en millones de personas.
Naidoo señaló el hecho de que por cada Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) –que describió como “objetivos de desarrollo minimalista”– que no se cumpla, mueren por día 50.000 personas por causas que podrían prevenirse.
“No podemos permitir que todo siga igual, ni tampoco podemos confiar en las mismas estrategias del pasado. Debemos aprovechar esta crisis para dejar en claro qué es lo que sucede cuando permitimos que las ganancias primen sobre las personas.”
Naidoo planteó que esta crisis democrática es un obstáculo que tiene que resolverse, y dijo: “No vale de nada tener una democracia forma, sin su esencia. Desafía la lógica ignorar a las víctimas de las crisis recientes, mientras se permite que los autores de este desastre determinen por sí mismos nuestra respuesta al respecto.
“Tampoco podemos permitir que aquellos que están en el poder aprovechen la crisis financiera para lanzar una segunda ola de ataques destinados a diezmar nuestros servicios públicos. Sin profesores, asistentes sociales y personal de enfermería, a cargo de nuestros servicios públicos, no podemos alcanzar los ODM.” Al abogar por estrategias para resolver el déficit de trabajos decentes, sostenibles y verdes que den a todas las personas la oportunidad de vivir con dignidad y justicia, Naidoo se refirió a la necesidad de defenderse aprendiendo de los triunfos que han logrado los movimientos de los trabajadores y otras luchas a favor de la paz, la igualdad y la justicia.
Naidoo señaló: “Debemos estudiar el movimiento de las mujeres y adoptar el concepto de experiencia intersectorial. Hay que comprender el impacto que ha tenido la crisis en cuestiones de raza, género, discapacidad, sexualidad y clase social en toda la gente, y tenemos que establecer un programa común, tomando en cuenta los intereses de los trabajadores y del medio ambiente.”
Naidoo instó a los delegados a que siguieran desarrollando las alianzas forjadas en esta Conferencia, para unir a los sindicatos con la sociedad civil y con agrupaciones igualitarias, ambientales y confesionales.
“Nuestras demandas, las demandas de la gente, son de justicia y equidad, por lo que la justicia está de nuestro lado.
“La historia nos enseña que cuando la gente decente asume riesgos y participa en la lucha, de manera pacífica, fiel a sus principios y con valentía, con desobediencia civil donde sea necesario, entonces, los que ocupan cargos de poder, ya sea en el gobierno o en los sectores financiero, escucharán y entenderán.”