“Tras 173 días de guerra en Gaza, más de 32.414 personas han muerto, más de 74.787 han resultado heridas y más de 10.000 se encuentran desaparecidas. Más de 5.826 estudiantes y 264 docentes han muerto, y 9.570 estudiantes y 960 docentes están tratando de recuperarse de sus heridas”. Esta es la alarmante situación descrita por Saed Erziqat, secretario general del sindicato de docentes palestinos, General Union of Palestinian Teachers (GUPT), en su intervención durante la reunión del Consejo Ejecutivo de la Internacional de la Educación (IE) celebrada el pasado 28 de marzo.
Tras agradecer a la IE y a sus organizaciones miembros su apoyo y solidaridad con Palestina, el dirigente del GUPT pasó a describir las terribles condiciones que se están viviendo en Gaza, donde la enseñanza se ha detenido por completo y donde más de 625.000 estudiantes han perdido su derecho a la educación. “La situación en Palestina constituye una catástrofe humanitaria, se está viviendo una auténtica hambruna. La Naciones Unidas lo confirman. La gente no consigue comida”, añadió.
Además del devastador balance de víctimas, los bombardeos israelíes han destruido total o parcialmente más de 286 escuelas estatales y 65 escuelas gestionadas por Naciones Unidas. Las 133 escuelas restantes se han convertido en refugios. Las 12 universidades de Gaza han sido destruidas y 95 docentes y miembros del personal han perdido la vida.
Operaciones de socorro dirigidas por el sindicato
Gracias al apoyo de organizaciones miembros de la IE de todo el mundo, el GUPT ha podido proporcionar ayuda económica directa a más de 1.077 docentes: 913 de Gaza y 164 de Cisjordania, explicó Erziqat.
Además, “hemos llevado a cabo actividades de apoyo psicológico en 5 centros de acogida para más de 2.000 niños y niñas de la ciudad de Rafah. Hemos dotado a 64 docentes de competencias en materia de aprendizaje socioemocional, y estos las han aplicado a estudiantes de escuelas de Cisjordania que se han visto sometidos a abusos por parte del ejército de ocupación”.
Erziqat también pidió que se siguiera apoyando a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés), institución que apoya a la población palestina con alimentos y educación “porque esta corre verdadero peligro después de que varios países donantes anunciaran la suspensión de su financiación”.
También instó a las organizaciones miembros de la IE a “que presionen más a los gobiernos para que trabajen por un alto el fuego permanente y obligatorio. El alto el fuego debe ser muy rápido, y es preciso hacer llegar ayuda médica y alimentaria. La opinión de ustedes es muy importante, porque ustedes representan la verdad, la ley y la conciencia humana”.
Restablecer la paz, acabar con la guerra
Erziqat insistió en que “la matanza y la destrucción no van a generar paz. La paz solo puede lograrse mediante la aceptación del derecho internacional, de las resoluciones de la ONU y de la solución de dos Estados. Nuestro pueblo solo quiere vivir en paz y amar la vida. Lo que se derrama no es agua, sino nuestra sangre, y lo que se secciona no son ramas, sino nuestros restos. No se queden en silencio, exijan el fin de la guerra.”
El secretario general de la IE, David Edwards, respondió a este llamamiento reiterando la demanda de la IE de un alto al fuego humanitario urgente en Palestina y confirmando que seguirá abogando por la financiación de la UNRWA.
La IE sigue abogando por el fin de esta terrible guerra, por la liberación de todos los y las rehenes y por el fin de la violencia indiscriminada para evitar que se prolongue esta catástrofe humanitaria y la pérdida de vidas.