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Image: Marco VDM
Image: Marco VDM

La pedagogía habla del niño y de la niña. La poesía se dirige al niño o a la niña que fuimos. Por tanto, tal vez sea posible, en esta alianza de palabras, encontrar algo que todavía no se haya explorado o tan simple que ni siquiera hayamos pensado en ello. Algo que podría abrir nuevas puertas y caminos, y renovar la perspectiva sobre la escuela.

“A menudo me han preguntado: ¿para qué sirve la poesía? (…) he reflexionado mucho, y ahora lo sé: la poesía es como las gafas, sirven para ver mejor”.

Jean-Pierre Siméon

¿Utilizar el prisma de la poesía para reflexionar sobre la pedagogía sería una forma de ponerse gafas para ver mejor? Como habla del niño y se dirige a él, la pedagogía pretende ser ligera, etérea y no demasiado pesada. Para ello, debe reinventarse constantemente.

Por otro lado, la poesía guarda relación con las emociones y las sensaciones. Educa al niño y a la niña en materia de valores humanistas, lo sublima y lo eleva. Da poder a las palabras. Lo lleva por el camino del conocimiento hablándole su propio idioma, jugando deliciosamente con las palabras. Hace un llamamiento a su creatividad.

A través de las imágenes y las metáforas, la pedagogía asume una función deliberadamente poética, y se interesa por el ritmo del niño y de la niña, de los programas y de los aprendizajes. Todo lo que dará al poema su propia música – los tiempos, las pausas, la medida, el movimiento, el tempo, los ciclos – se hace eco de otra partitura que se toca en los tiempos de la escuela y del alumnado. “ La música ante todo”, nos recuerda Verlaine en su Art poétique.

La escuela es un jardín

The gardener does not make a plant grow. The job of the gardener is to create optimal conditions”. [“El jardinero no hace crecer la planta. El trabajo del jardinero es crear las condiciones óptimas”.]

Sir Ken Robinson

En calidad de docentes de un colegio de Educación Prioritaria Reforzada [1], hemos escrito conjuntamente una obra titulada L’Ecole est un jardin. L’élève, un être en fleur [La escuela es un jardín. El alumno es un ser en flor], que destaca y explica este proceso. La metáfora floral propone una innovación, la de una poética de la pedagogía: la escuela, un jardín; el alumno, un ser en flor, en evolución. Muestra, a través de diversas pruebas, que el entorno natural, sea real o imaginado, es un recurso que puede utilizarse para renovar la relación con los aprendizajes y el conocimiento. Este recurso es simple de usar, eficaz, disponible inmediatamente y extrapolable. De este modo, sitúa el entorno y su impacto en el centro de los desafíos pedagógicos.

Nuestra escuela-jardín se basa en un concepto, el de la mediación a través del entorno. La concepción de este último como mediador consiste en localizar todas las inflorescencias de los programas y de los planes de estudio para recrear los vínculos entre las disciplinas. Se trata también de estudiar otros caminos para reconciliar al alumnado con los aprendizajes. Retomando uno de los principios de la pedagogía Reggio Emilia relativa a la primera infancia, el entorno aparece como “ese tercer profesor o esa tercera profesora” que, prestando apoyo al personal docente, los padres y los colegas, pueden favorecer el aprendizaje y desarrollar el potencial del alumnado. Por tanto, el espacio se convierte al mismo tiempo en educador y objeto educativo. Educar a través del entorno y sobre este, consiste al mismo tiempo en transmitir un patrimonio único y compartir valores. Se trata también de volver a motivar al alumnado por medio de su entorno inmediato, trabajando simultáneamente en el afianzamiento y el viaje al corazón del saber. Una escuela, un colegio o un instituto ocupan más que nunca su lugar en medio de los árboles. Lo contrario también es cierto. En su obra Los Siete saberes necesarios para la educación del futuro, Edgar Morin nos recuerda: “ La tierra es nuestra patria, nuestro hogar común; es nuestro jardín”. Se trata de tomar conocimiento y conciencia de su identidad compleja y de su identidad común a toda la humanidad.

Hacer resonar la escuela

Ante todo, la escuela es el lugar de relaciones y conexiones humanas. A través de las alianzas educativas, y de valores como la cooperación, la solidaridad, la creatividad, la confianza y la compasión, podemos crear vínculos, ese vínculo social que desarrolla y optimiza nuestro cociente relacional. Una pedagogía de la resonancia, como lo explica el sociólogo y filósofo alemán Hartmut Rosa. Según él, constituye un espacio de resonancia fundamental: “ En la escuela, la relación con el mundo se despliega en procesos de interacción muy densos, tanto con las personas como con las cosas, en el interior de la clase, pero también en el patio de recreo, en el camino a la escuela, en una excursión escolar…” Se enmarca también en una relación poética con el mundo. Cuando el profesor acciona palancas de resonancia - prácticas artísticas y culturales, reconexión con la naturaleza, involucramiento del alumnado…- “ el mundo empieza a cantar para el alumno y la alumna”.

Es un reto para la sociedad porque estas gafas poéticas son una oportunidad para volver a dar poder de actuación a los ciudadanos y las ciudadanas del futuro, haciéndose eco de las palabras de François Cheng: “ El hombre necesita naturalmente hacer, no solamente a nivel de una producción material y directamente útil en el plano social, sino en la dimensión que los griegos llamaban poïen, que significa ‘hacer’ en el sentido de la poïesis, la ‘creación’. Es por medio de este ‘hacer’ creativo, del trabajo con miras a una realización, que el hombre da sentido a su vida. Es su vocación, su llamada”.

Concebir la pedagogía a través del prisma de la poesía es ponerse gafas para ver mejor. Este proceso pone de relieve una visión sistémica de la enseñanza y tiene como objetivo final suscitar un cambio social en el que todos y todas participemos. Somos el todo y la parte: que cada uno cultive su capacidad de fascinación y de creatividad puede cambiar el todo.

¿No es acaso algo estimulante y que se presenta como evidente, la capacidad de encontrar poesía, alegría y grandiosidad en el mundo que nos rodea, y más aún en la educación, el arte y la ciencia que construyen a las personas del mañana?

1. ^

En Francia, la política de educación prioritaria se basa en un mapa de las redes de establecimientos de enseñanza primaria y secundaria – REP y REP+ - y tiene por objeto reducir las diferencias de éxito entre los alumnos y alumnas escolarizados/as en educación primaria y los que no lo están.

Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.