En los últimos meses, he estado realizando investigaciones para la Internacional de la Educación sobre las estrategias y prácticas utilizadas por los sindicatos para mejorar la situación del personal de apoyo educativo (PAE) en sus respectivos sistemas educativos.
Esta labor me ha llevado a entender que todos los y las profesionales que trabajan en el sistema educativo son educadores. Desde el personal de transporte, encargado de recoger y dejar al alumnado hasta el personal de salud y bienestar, que se asegura de que todos reciban atención adecuada; el personal de alimentación y nutrición, que provee de alimentos a los estudiantes; el personal de mantenimiento y de oficios especializados, encargado de mantener los edificios en buenas condiciones; el personal de seguridad, responsable de garantizar la seguridad en los edificios; los tutores y asistentes de enseñanza y aprendizaje, que brindan el apoyo necesario para el crecimiento y el aprendizaje de nuestros estudiantes; el personal de administración y oficina, que garantiza el buen funcionamiento de los edificios; el personal de orientación y asesoramiento profesional, que ayuda al alumnado a alcanzar sus sueños; los documentalistas y bibliotecarios, que proveen recursos que enriquecen el aprendizaje de los estudiantes; el personal técnico, de servicios tecnológicos y de comunicaciones, encargado de mantener conectadas nuestras escuelas; y los profesionales especializados, que brindan servicios de apoyo adicional al alumnado. Todas y cada una de estas funciones contribuyen a la mejora de la experiencia de aprendizaje de los y las estudiantes. Sin cualquiera de estas funciones su experiencia educativa no sería la misma.
Día tras día, tanto el personal de apoyo educativo como el personal docente educan y brindan apoyo a todos y todas las estudiantes para que se conviertan en el mejor o la mejor estudiante que pueden ser. Esta experiencia me ha enseñado que se está realizando una enorme labor para garantizar que se escuche la voz de todos los y las profesionales de la educación.
Hacia unos sindicatos más inclusivos para todo el personal educativo
Durante mi investigación, he constatado que las afiliadas nacionales de la Internacional de la Educación han explorado diversas estrategias para generar un sentido de pertenencia en todos sus miembros.
Algunas han optado por cambiar su nombre de "Asociación de Docentes" a "Asociación de Educadores", reconociendo así que un simple cambio de título puede generar un mayor sentido de pertenencia a su asociación.
La inclusión del personal de apoyo educativo (PAE) en los debates de la asociación también marca una gran diferencia, ya que permite que todos los miembros participen en debates sobre negociación colectiva, clima y cultura escolar, resoluciones de conflictos y negociaciones. Para garantizar una representación íntegra de todos los afiliados, es fundamental que todas sus voces estén reflejadas en la labor del sindicato. Un ejemplo de ello es el caso de mi conversación con TEWU, en Ghana, donde descubrí que nunca habrían sabido que sus miembros necesitaban estufas de gas propano en las cocinas de las escuelas si no hubiesen incluido al personal de alimentación y nutrición en las reuniones previas a las negociaciones.
Compartir la información con el mundo
Los sindicatos de docentes de todo el mundo están haciendo un gran trabajo y hay que darle visibilidad. Independientemente de su magnitud, es fundamental que todos los miembros del sindicato y la población de sus respectivos países conozcan las iniciativas que el sindicato está llevando a cabo en beneficio del bien común. Estas historias positivas y pequeños logros pueden transformar la percepción de las personas respecto a la asociación.
Detrás de todo el esfuerzo realizado para mejorar la calidad de vida de quienes integran el ecosistema educativo, hay una historia. Por lo tanto, es fundamental encontrar formas de utilizar los datos y compartir la información para comunicar los desafíos de nuestro sistema educativo y generar un sentido de urgencia para abordar las cuestiones que necesitamos mejorar.
Un caso se considera sólido cuando se respalda con datos e investigación. Siempre es crucial contar con una base bien fundamentada que demuestre cómo la investigación respalda las demandas de los sindicatos. De esta manera, los sindicatos contarán con argumentos más contundentes frente a quienes puedan tener discrepancias con su punto de vista.
El futuro de la educación pública está en nuestras manos. Doy el paso de mi posgrado hacia la vida laboral con la convicción de que si mantenemos una actitud reflexiva e inclusiva, nuestra capacidad para respaldar la educación pública florecerá. Para hacer realidad este objetivo debemos seguir destacando nuestros progresos y nuestros logros, pues con ello conseguiremos que más personas se sumen a la lucha por un sistema educativo público equitativo.
Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.