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Stringer / Zuma Press / ISOPIX
Stringer / Zuma Press / ISOPIX

Sudán: la Internacional de la Educación pide que se proteja a estudiantes, docentes e instalaciones educativas

publicado 19 abril 2023 actualizado 20 marzo 2024
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La Internacional de la Educación defiende con firmeza el derecho a la educación y condena las acciones que ponen en peligro este derecho humano fundamental. Los enfrentamientos actuales en Sudán han provocado la limitación de movimientos e interrumpido el acceso a la educación, crucial para la estabilidad y el desarrollo del país.

La Internacional de la Educación (IE) exige a todas las partes implicadas que garanticen la protección de las instalaciones educativas y la seguridad de estudiantes y docentes para que puedan reanudar su proceso de aprendizaje.

Pedimos a la comunidad internacional que priorice el derecho a la educación en cualquier intento por resolver la crisis en Sudán y que apoye al país en su avance hacia un futuro pacífico y próspero para toda la ciudadanía.

Estallido de violencia

La IE condena el estallido de violencia que se está produciendo en Sudán y reclama a Naciones Unidas que pida a los líderes de las Rapid Support Forces (RAF) y las Sudanese Armed Forces (SAF) el cese inmediato de las hostilidades, la restauración de una situación pacífica y el inicio de conversaciones para resolver la crisis.

Esta situación empezó el 15 de abril a raíz de enfrentamientos armados entre las SAF, leales a los líderes del gobierno militar, y los paramilitares de las RAF, liderados por el responsable auxiliar del estado. Las escaramuzas dieron paso a combates por toda la capital, Jartum, y zonas de los alrededores.

La RSF, es una fuerza militar independiente de Sudán, que evolucionó desde la milicia yanyauid, antes activa en la región sudanesa de Darfur, y ha participado en conversaciones con el objetivo de iniciar una transición hacia un gobierno civil. El país está sometido a un régimen militar desde el golpe de estado del año 2021.

Petición de un alto al fuego por razones humanitarias

En Jartum, el sur de Kordofán, el norte de Darfur, en la provincia Norte y en otras regiones cada vez se contabilizan más bajas, aunque los enfrentamientos más duros se están concentrando en Jartum, la capital del país.

Los desplazamientos urbanos se han limitado debido a la inseguridad, hecho que afecta negativamente a la fuerza laboral del sector sanitario, que debe acudir a los lugares donde se necesita atención médica urgente.

Ochenta y ocho estudiantes y personal de la Universidad de Jartum quedaron atrapados durante cuatro días en las instalaciones universitarias sin comida ni agua por culpa de los duros enfrentamientos. Uno de los estudiantes fue asesinado al recibir el impacto de una bala perdida. Al menos una persona más resultó herida. Al final, todos fueron evacuados por las SAF el 18 de abril.

La Internacional de la Educación condena la violación flagrante de las leyes internacionales y pide un alto al fuego por razones humanitarias. Esto permitiría a la población de Sudán trasladarse a sitios seguros, conseguir suministros para el Ramadán, ir al hospital o reanudar las clases. Las partes implicadas deben evitar que esta inestabilidad tan profunda se instale en el país. Para ello, tendrán que garantizar que el estado de derecho y los estándares internacionales en cuanto a derechos humanos se respeten a la hora de resolver los problemas que atraviesa el país.

Ataques contra personal en labores humanitarias

La IE se hace eco de la declaración del secretario general de la ONU: “Nos preocupa enormemente la seguridad y el bienestar de los civiles en zonas afectadas por el conflicto, incluidas las personas refugiadas y desplazadas dentro del propio país”. La ONU exige a todas las partes que protejan a la población civil, incluidas personas refugiadas y desplazadas, y que respeten la seguridad del personal en labores humanitarias para que puedan proporcionar la atención que resulta más crítica.

Las instalaciones de la ONU han sido saqueadas y destruidas. Diez agencias de la ONU y más de 80 organizaciones sin ánimo de lucro desarrollan más de 250 programas de cooperación en Sudán. Tres miembros del equipo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU han sido asesinados en actos violentos en Kabkabiya (norte de Darfur) mientras desempeñaban su labor de asistencia vital en primera línea de la lucha contra la crisis mundial de la hambruna.

La agencia de los alimentos de la ONU calcula que un tercio de la población de Sudán, cerca de 15 millones de personas, viven en situación de grave inseguridad alimentaria.