Con motivo del seísmo de magnitud 7,8 que golpeó a Turquía y Siria el 6 de febrero y se ha cobrado la vida de más de 17.000 personas y ha dejado a otras decenas de miles heridas, la Internacional de la Educación ha emitido un llamamiento a la acción urgente para pedir a las organizaciones miembros que se solidaricen y ofrezcan apoyo financiero a los sindicatos de la educación que participan en las operaciones de socorro en el terreno.
Las estimaciones recientes de la Organización Mundial de la Salud señalan que hasta 23 millones de personas podrían verse afectadas por el desastre.
“Estamos en contacto con nuestros miembros en Siria y Turquía, que han comunicado la terrible devastación, la pérdida de innumerables vidas y los graves daños sufridos por las escuelas y los barrios. Les hemos transmitido nuestras condolencias y compromiso firme. Les aseguramos que la Internacional de la Educación y sus miembros se están movilizando para mostrar su solidaridad ahora y durante la reconstrucción de sus vidas, escuelas y comunidades”, dijo el secretario general de la Internacional de la Educación, David Edwards.
En Siria, el Sindicato de Docentes del Noreste de Siria (UTNES, por sus siglas en inglés), afiliado a la Internacional de la Educación, notificó que muchas oficinas sindicales en regiones del norte y este del país han sufrido daños graves, y algunas están destruidas y actualmente no se encuentran operativas, como las secciones sindicales de Alepo, Shahba, Kobani, Manbij y Tabqa. Estos edificios deben ser reconstruidos o requieren apoyo para poder trabajar en ellos de nuevo (por ejemplo, muebles y artículos básicos como ordenadores portátiles o impresoras).
UTNES también comunicó que 28 escuelas han sido destruidas y que muchos docentes han perdido sus hogares en las áreas de Alepo y Al-Shahba.
En Turquía, Eğitim Sen, organización miembro de la Internacional de la Educación, junto con la confederación sindical nacional KESK, creó un servicio de asistencia frente a la crisis poco después de los seísmos devastadores y puso en marcha una campaña de ayuda para los miembros afectados por el terremoto.
Las secciones de Eğitim Sen están reuniendo artículos necesarios en caso de emergencia humanitaria, como tiendas, dispositivos de calefacción, material de higiene y productos alimentarios básicos, y los están enviando y distribuyendo en zonas afectadas por el seísmo.
El Comité Sindical Europeo de la Educación (CSEE) también publicó una declaración en solidaridad con Eğitim Sen, KESK y todas las personas afectadas por esta catástrofe.
La Internacional de la Educación se mantendrá en contacto con los miembros y les brindará apoyo durante la labor de reconstrucción de sus comunidades.