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AOb Países Bajos: construir una relación sostenible con los socios

publicado 2 diciembre 2021 actualizado 16 diciembre 2021
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El sindicato neerlandés de educación AOb participa en la cooperación al desarrollo para apoyar a otros sindicatos en su fortalecimiento, lo que a su vez redunda en una mejor defensa de los derechos de los afiliados y en una educación de mayor calidad.

1. ¿Cuándo y cómo decidió su organización involucrarse en la cooperación internacional?

Involucrarse no fue una decisión única. Las pequeñas actividades —que empezaron simplemente por reuniones con compañeros y compañeras de otros países y por un creciente interés en la predecesora de la Internacional de la Educación (IE), en la propia IE y en la Región Europea de la IE (el Comité Sindical Europeo de la Educación, CSEE)— fueron lo que poco a poco nos condujo a un mayor compromiso a nivel internacional, también en materia de cooperación al desarrollo. En aquel período nos ayudaron mucho la actitud positiva y alentadora de nuestro Gobierno hacia la cooperación al desarrollo y, especialmente, la educación en materia de cooperación al desarrollo. Había cuantiosos fondos disponibles para proyectos.

Nuestro primer documento de política sobre cooperación internacional data de octubre de 1997.

2. ¿Existe en su sindicato un mecanismo para destinar parte de los fondos del sindicato a la cooperación internacional?

Sí, el debate para disponer de un fondo de solidaridad basado en la norma acordada del 0,7 % se inició no mucho después de 1997. Este dio lugar a una decisión interna y, posteriormente, a un acuerdo formal con nuestra confederación, donde se gestionan los fondos de las organizaciones afiliadas. El acuerdo se firmó en 2005 y entró en vigor el 1 de enero de 2006. De vez en cuando se somete a debate, pero sigue estando vigente. Sin embargo, optamos por no transferir la totalidad del 0,7 % de nuestras cuotas de afiliación a este fondo formal de solidaridad porque, según los criterios, solo puede utilizarse para proyectos. Las contribuciones para acciones urgentes a través de la IE tras una catástrofe o un acto violento contra un sindicato, o la participación en la Campaña Mundial por la Educación o en actividades más breves o modestas con los sindicatos no cumplirían estos criterios. Por lo tanto, mantenemos un pequeño fondo para acciones rápidas o actividades que no cumplen los criterios para ser proyectos.

3. ¿Cuáles son las prioridades de su sindicato en la labor de cooperación internacional?

La prioridad principal es que nuestras acciones contribuyan al fortalecimiento sindical (o, en casos concretos, a la supervivencia), lo que a su vez debe contribuir a una mejor defensa de los derechos de los y las miembros y a una mejora en la calidad de la educación.

Cada sindicato puede decidir (en la medida de lo posible, puesto que a veces existen fondos externos con criterios que podrían limitar las posibilidades) cómo quiere fortalecerse. Nosotros intentamos buscar soluciones sostenibles para que, en última instancia, los sindicatos puedan valerse mejor por sí mismos.

No tenemos una lista de países prioritarios (y, desde luego, no seguimos cada uno de los cambios en los países beneficiarios que plantea nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores), pero siembre dejamos margen para los países con los que los Países Bajos mantienen una relación histórica, ya sea porque en su día formaron parte del reino de Holanda o porque tenemos muchos docentes arraigados en esos países.

4. ¿Qué aportan los proyectos de cooperación internacional a su sindicato?

¿Cómo reinvierte la labor de cooperación internacional en su sindicato?

¿La labor de cooperación internacional de su sindicato es algo que interesa a sus miembros?

Para los que participan, aporta nuevas formas de trabajar, nuevos enfoques y maneras de ver las cosas. Y también grandes amistades. La labor de cooperación internacional conduce, incluso con pequeños pasos, a fortalecer el movimiento sindical en su conjunto, lo cual también es importante para nosotros.

De vez en cuando, a través de nuestra confederación, llevamos a cabo encuestas entre un grupo seleccionado de miembros (no seleccionados por nosotros, sino por el sistema que utilizan) y les pedimos su opinión en lo que respecta a nuestra labor en materia de cooperación al desarrollo y, en general, de cooperación internacional. El resultado es siempre positivo, también cuando se trata de invertir en el fondo de solidaridad. Únicamente cuando se les pregunta si quieren participar activamente se quedan más callados, lo cual es comprensible, dada la carga de trabajo que tenemos la mayoría. Pero los y las miembros sí quieren abordar temas relacionados con la cooperación al desarrollo en su trabajo en el aula, y nuestros programas educativos llegan a muchas escuelas. Por desgracia, nuestras políticas de comunicación sindical no prevén una gran difusión de la información o los artículos sobre lo que hacemos y lo que nos aporta.

5. ¿Tiene ejemplos concretos de éxito de un proyecto de cooperación?

Un ejemplo es el proyecto de TUS Serbia al que brindamos apoyo para preparar a un mayor número de mujeres en el desempeño de funciones de liderazgo. En la fase de preparación descubrimos que, al contrario de lo que esperábamos (tanto nosotros como el propio TUS), en las juntas locales y regionales no faltaban mujeres, pero nunca eran ellas las que realmente tomaban las decisiones. Utilizamos este dato en el diseño del proyecto e incluimos a muchas expertas locales para formar a los participantes. El resultado fue el establecimiento de una red sólida, un mayor número de candidatas en puestos de toma de decisiones y, no mucho más tarde, la elección de la primera mujer presidenta del sindicato.

Y me remito a este informe para dar a conocer casos de éxito de sindicatos que participan en proyectos de lucha contra el trabajo infantil: con objeto de proporcionar a sus miembros recursos para reducir los índices de abandono escolar y prevenir el trabajo infantil, los sindicatos les habían apoyado en la mejora de la calidad de la educación. Los sindicatos impartieron formaciones, negociaron mejores prestaciones con las autoridades (locales), organizaron el apoyo por parte de las comunidades y mucho más. En última instancia, esto les aportó numerosas competencias nuevas en materia de organización y de capacidad para influir, así como una mejor imagen, un nuevo papel en el diálogo social y muchos miembros nuevos.

6. ¿Qué es lo más difícil del trabajo de cooperación internacional?

En ocasiones, cumplir con todas las condiciones requeridas para los proyectos es un verdadero reto para los socios, ya que los criterios de los proyectos suelen partir de puntos de vista y formas de trabajo típicamente occidentales (como, por ejemplo, solicitar una planificación muy concreta y a veces a largo plazo, lo cual no funciona en países donde el contexto político, social y económico es inestable; requerir numerosos trámites administrativos; requisitos de alto nivel para la presentación de informes, etc.). Y también es un reto que las personas (a veces tus propios compañeros y compañeras, pero, sin duda, los donantes) esperen resultados inmediatos. Eso quizás sea posible cuando se construye una carretera, pero en el ámbito de la educación los resultados reales de los proyectos tardan un tiempo en percibirse. Y no siempre son directos.

7. ¿Qué consejo le daría a un sindicato que quiera participar en la cooperación internacional?

Que empiece poco a poco y que llegue a conocer muy bien a su socio antes de emprender acciones más importantes. Que fomente primero la confianza. Eso beneficiará realmente el trabajo posterior.