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ACTUALIZACIÓN – 09 de marzo de 2021 | A pesar de que la junta militar ha intensificado su uso indebido de la fuerza contra los manifestantes y las manifestantes pacíficos, los trabajadores y las trabajadoras de Myanmar no van a dejar que el miedo y la violencia los silencie. Están decididos a continuar el movimiento pacífico de desobediencia civil contra la junta militar ilegal. En una declaración conjunta, las organizaciones sindicales de Myanmar han pedido a todos los trabajadores y las trabajadoras que se sumen a un paro laboral prolongado a nivel nacional para paralizar la economía del país. La intención es prolongar la huelga hasta que se restaure plenamente la democracia.

Al menos 60 manifestantes han perdido la vida desde que el ejército tomó el poder, entre ellos docentes, como Daw Tin Nwe Yi, una profesora de enseñanza secundaria. Las Naciones Unidas han denunciado que cientos de manifestantes han resultado heridos y más de 1.700 han sido arrestados y detenidos arbitrariamente. La IE ha pedido la puesta en libertad inmediata de los docentes y las docentes de la Federación de Docentes de Myanmar que se encontraban entre las personas detenidas.

En un mensaje de vídeo publicado hoy, el Secretario General de la IE, David Edwards, reafirma el apoyo total de la IE al movimiento de desobediencia civil y a todos los trabajadores y las trabajadoras en huelga en Myanmar. Asimismo, pide la solidaridad de todas las organizaciones afiliadas a la IE con la Federación de Docentes de Myanmar y el pueblo de Myanmar. “Mostraremos a nuestros hermanos y hermanas que no están solos, que en medio de una pandemia mundial no nos hemos olvidado de quiénes somos y de los valores que defendemos: la democracia, los derechos humanos, la libertad y la solidaridad”, declaró.

Las organizaciones sindicales convocaron una huelga general el lunes 22 de febrero de 2021 para protestar contra el golpe militar. Exigen que se respeten los resultados de las elecciones celebradas en noviembre de 2020 y que se libere a todos los líderes políticos y activistas detenidos. Calculan que unos 12 millones de personas se sumaron a la huelga, que afectó a todos los sectores económicos. En las ciudades más importantes del país hubo manifestaciones multitudinarias. Esta es la reacción popular más significativa y con mayor seguimiento ante el golpe de estado del 1 de febrero.

El Consejo de Global Unions lanzó un vídeo de apoyo a la huelga general. Se trata de otro ejemplo del apoyo continuo por parte de la IE y otras federaciones sindicales mundiales a la lucha por la democracia que protagonizan trabajadores, sindicatos y sociedad civil en Myanmar desde el golpe de estado y que incluye acciones como la desobediencia civil, huelgas y protestas.

Ante esta huelga general, David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación, aplaudió la valiente resistencia de los trabajadores y las trabajadoras, los sindicatos y la ciudadanía en general con estas palabras: “El pueblo de Myanmar ha hablado. En pocas ocasiones ha existido una división tan evidente y visible entre gobernantes y gobernados. La IE y otras federaciones sindicales mundiales apoyamos al pueblo de Myanmar. Pedimos a los gobiernos que escuchen este llamamiento y tomen medidas para expulsar a los conspiradores ilegítimos que se han hecho con el poder, recuperar el control del parlamento y continuar en la senda de la democracia”.

" La Internacional de la Educación pidió a las Naciones Unidas y a los gobiernos que actuaran en apoyo de la democracia en Myanmar. La Internacional de la Educación también participó en la acción de protesta internacional del 11 de febrero organizada por la Agrupación Global Unions. El 10 de febrero, la Internacional de la Educación emitió un llamamiento de acción urgente - véase el modelo de carta de protesta - a las organizaciones afiliadas instándolas a participar en la solidaridad internacional y a ponerse en contacto con sus gobiernos nacionales en oposición al golpe y en apoyo de los manifestantes y de los detenidos en Myanmar, incluido el académico australiano Sean Turnell".

Puedes actuar:

Democracy in #Myanmar must stand! ✊????Raise your voice in support of teachers, students & workers defending democracy. Join us & the global union movement in a worldwide solidarity action today at 14.30 CET. #Workers4Myanmar #SolidarityMatters Here's how you can help (thread) ⬇️ pic.twitter.com/o9PUjwcgIi

— eduint (@eduint)

February 11, 2021

Varios gobiernos y organizaciones internacionales ya han reaccionado ante estos hechos. Muchos se están replanteando sus relaciones con Myanmar y, en concreto, hay quienes van a imponer sanciones a los líderes militares y sus empresas.

Además, el día 22, cuando tuvo lugar la huelga general, el Consejo de la Unión Europea, en representación de los 27 países miembros de la UE, adoptó varias conclusiones sobre Myanmar. Piden “la desescalada de la crisis actual mediante el cese inmediato del estado de emergencia, la restitución del gobierno civil legítimo y la apertura del parlamento recientemente electo. Deben respetarse los resultados de las elecciones democráticas celebradas el 8 de noviembre de 2020. Los militares tienen que hacerse a un lado”.

Las conclusiones indican que estos países están dispuestos a “adoptar medidas restrictivas dirigidas a los responsables directos de estos actos”. También señalan que “la Unión Europea y sus estados miembros revisarán el resto de herramientas a su disposición”.

El 4 de febrero, el Consejo de Seguridad de la ONU exigió la “liberación inmediata de todos los detenidos” y destacó “la necesidad de defender las instituciones y procesos democráticos, evitar cualquier recurso a la violencia y respetar plenamente los derechos humanos, las libertades individuales fundamentales y el Estado de Derecho”.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó una postura aún más detallada el 12 de febrero. También pidió la puesta en libertad de todas las personas detenidas, la supresión del estado de emergencia y la “restauración del gobierno elegido democráticamente, aunque exigió más medidas”. El Relator Especial está llevando a cabo una labor continua y crucial sobre la situación de los derechos humanos en Myanmar. Dado el importante deterioro de los derechos humanos en el país, el Consejo solicitó “más asistencia y los recursos y expertos que precise para poder cumplir plenamente su mandato”.