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Reino Unido: Los sindicatos de la educación sostienen que los errores del Gobierno han llevado a Inglaterra a este nuevo confinamiento nacional

publicado 5 enero 2021 actualizado 8 enero 2021
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El pasado 4 de enero, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunció un confinamiento nacional en Inglaterra. Este confinamiento impone nuevas restricciones de carácter nacional, entre las que figuran el cierre de los establecimientos educativos, salvo en el caso de las hijas e hijos del personal esencial y el alumnado vulnerable, y la adopción inmediata de la educación a distancia.

Los sindicatos de la educación del Reino Unido habían pedido que los establecimientos educativos no reabrieran el 4 de enero y han expresado sus reacciones

ante el anuncio del primer ministro después de que parte del alumnado haya acudido a la escuela un día.

NEU: El Gobierno debe reconocer su negligencia y asumir su responsabilidad respecto del cierre de los establecimientos educativos

La Dra. Mary Bousted, secretaria general adjunta del National Education Union(NEU) y miembro del Consejo Ejecutivo de la Internacional de la Educación, ha declarado que “nos encontramos en un momento crítico para la nación, y gran parte de lo que nos ha traído hasta aquí no debería atribuirse únicamente a las nuevas cepas del virus”.

Asimismo, reiteró que el Gobierno ha tenido ocho meses para preparar una educación a distancia renovada y alternativas de evaluación en los exámenes GCSE para obtener el certificado general de enseñanza secundaria de primer ciclo y de Nivel A para obtener el certificado de fin de estudios de secundaria. Bousted lamenta que el Gobierno no haya utilizado ese tiempo de forma inteligente ni adecuada. Las autoridades públicas han ignorado “las pruebas cada vez más numerosas que demuestran la transmisión de la COVID-19 al personal de la educación en los centros educativos y a las familias del alumnado en los hogares”.

El alumnado debe ser una prioridad

Bousted también ha señalado que el grupo asesor científico para emergencias (SAGE) había comunicado a los ministros el 22 de diciembre que un confinamiento, incluso con el mismo nivel de severidad de la última primavera, no sería suficiente para reducir la tasa de reproducción del virus por debajo de 1. Bousted considera que “es incomprensible que, con esta información, el primer ministro siguiera afirmando, incluso ayer mismo, que los establecimientos educativos eran seguros. Estas no son las declaraciones que se esperan de un dirigente que ‘sigue las recomendaciones de la ciencia’”.

Tras insistir en que el alumnado debe ser una prioridad para el Gobierno, Bousted añadió que debería hacerse mucho más en el caso del alumnado vulnerable. “Esta vez, el Gobierno no puede vacilar a la hora de garantizar que ese segmento de la población joven esté protegido, reciba un suministro suficiente de alimentos y goce del apoyo necesario para mantener su salud mental”.

Deber de diligencia

Bousted ha condenado el hecho de que su sindicato no haya recibido respuesta alguna a un escrito dirigido al primer ministro donde figura su plan de recuperación de la educación con recomendaciones sobre medidas importantes destinadas a promover la salud, el bienestar y la educación de la población infantil y juvenil. La dirigente ha vuelto a recomendar el plan al Primer Ministro Johnson y ha reafirmado que el NEU tiene la voluntad de “trabajar con el Gobierno para conseguir resultados mucho mejores para la población infantil y juvenil de nuestro país en este periodo de confinamiento”.

Por otro lado, Bousted sostiene que “el Gobierno debe reconocer su negligencia con respecto de los establecimientos educativos y ejercer su deber de diligencia, que hasta ahora ha brillado por su ausencia, con respecto de aquellas personas que han trabajado de forma incansable y heroica para cuidar de la juventud de la nación”.

Bousted ha concluido haciendo hincapié en que “nadie quería que se volvieran a cerrar los establecimientos educativos, pero los datos demuestran claramente que es lo que se debería haber hecho hace semanas. Cuesta creer que Boris Johnson permitiera tal confusión y caos en torno a la reapertura de los centros educativos antes de adoptar esta decisión tardía y cegadoramente evidente. El Gobierno debe asumir la responsabilidad de este cierre porque ha permitido que la COVID-19 esté de nuevo fuera de control”.

NASUWT: Un confinamiento nacional es la única respuesta creíble a la elevada transmisibilidad de la nueva variante del virus

Patrick Roach, secretario general del NASUWT, considera que “hemos sido testigos de cómo la situación empeoraba por días. La situación actual es igual de mala, si no peor, que la de marzo y abril”.

Roach ha insistido en que “un confinamiento nacional es la única respuesta creíble a la elevada transmisibilidad de la nueva variante del virus”, y ha declarado que “es cierto que el primer ministro ha aceptado nuestra petición de pasar de inmediato a la educación a distancia para el alumnado de todo el país”.

Aunque lamenta que la educación de la población infantil haya tenido que verse sometida a tantas interrupciones, considera que “sin unas medidas más estrictas, estas interrupciones seguirían repitiéndose. Limitar la propagación del virus es la única manera de garantizar que los establecimientos educativos puedan mantenerse abiertos de forma segura después de las vacaciones de febrero”.

Protección para docentes y estudiantes

Roach también ha reconocido la labor del personal docente, que “ha hecho todo lo que se le ha pedido. Pero docentes y estudiantes merecen el mismo grado de protección contra este virus altamente contagioso y mortal”.

Roach ha añadido que “si pretendemos volver a abrir los establecimientos educativos en febrero sin más interrupciones, tenemos que aprenderla lección”, y ha hecho hincapié en que el Gobierno debe colaborar con el sector para desarrollar soluciones creíbles que brinden una base sostenible para la enseñanza y el aprendizaje seguros.

Por otro lado, considera que “es extremadamente decepcionante que el Gobierno todavía no haya ordenado la vacunación prioritaria en los establecimientos de enseñanza y para el personal educativo”. “Proteger al personal docente de la COVID-19 es la mejor manera de garantizar que la educación del alumnado no vuelva a sufrir interrupciones en el futuro”.

La recuperación de la educación

Roach ha insistido en que el Gobierno debe aprovechar este periodo de confinamiento para desarrollar un plan para la recuperación de la educación que esté respaldado por un sistema de detección eficaz dirigido por equipos de salud pública, mecanismos de prevención más efectivos que eviten la propagación del virus y un acceso prioritario a las vacunas para el personal de la educación.

Considera que “dada la magnitud de las dificultades afrontadas, el Gobierno tiene razón en sopesar planes alternativos para los exámenes finales de este año”. “Es fundamental que el Gobierno trabaje con la profesión docente para elaborar estos planes y no repita los errores del verano pasado. Además, también debe confirmar la cancelación de los exámenes oficiales para el alumnado de primaria”, añadió.

Solidaridad sindical y un enfoque conjunto

Ambas afiliadas a la Internacional de la Educación habían firmado una declaración conjunta en la que exigían una reapertura segura de los establecimientos educativos en 2021, publicada el mismo día que se anunció el confinamiento.

Entre los demás signatarios figuran: GMB, un sindicato que representa al personal de los servicios públicos y de empresas privadas; la National Association of Head Teachers(NAHT), una asociación profesional y sindical que brinda apoyo a los equipos de dirección escolar de todos los sectores de la educación en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte; UNISON, uno de los mayores sindicados del Reino Unido que representa al personal que presta servicios públicos en los sectores privado y público; y Unite, que representa al personal de todos los sectores de la economía en Gran Bretaña e Irlanda.

Los sindicatos también solicitaban en su declaración que se suspendiera la reapertura de los establecimientos educativos para todo el conjunto estudiantil, salvo para el alumnado vulnerable y las hijas e hijos del personal esencial, así como la adopción de la educación a distancia mientras se establecen medidas de trabajo seguras y de protección frente a la COVID-19. Los sindicatos insisten en que “todo el personal docente que siga trabajando en los establecimientos educativos debería tener acceso prioritario a la vacuna contra la COVID-19”.

Por otro lado, sostienen que la caótica gestión de la reapertura de los establecimientos educativos por parte del Gobierno del Reino Unido ha provocado confusión entre el personal docente, el personal de apoyo educativo, padres y madres.

Según la declaración “el hecho de que todo el alumnado vuelva a las aulas con una tasa de infección tan elevada expone al personal educativo a un gran riesgo para la salud y podría favorecer la propagación de la pandemia”.

Asimismo, la declaración destaca que “en lugar de apresurarse a afirmar que los establecimientos educativos son seguros, el primer ministro debería sentarse con los sindicatos para debatir un enfoque conjunto que garantice unas condiciones de trabajo seguras en todos los establecimientos educativos y permitir que todo el alumnado disponga del equipo y el acceso necesarios para recibir un aprendizaje a distancia de alta calidad, hasta que se pueda garantizar su seguridad y la seguridad del personal”.

Según los sindicatos, para garantizar la seguridad del personal y del alumnado en los establecimientos educativos, el plan debe incluir las medidas siguientes:

  • Revisar los sistemas de evaluación de riesgos y de protección contra la COVID-19 en los centros educativos.
  • Priorizar, en la estrategia de vacunación, al personal escolar que recibe en sus establecimientos al alumnado vulnerable y a las hijas e hijos del personal esencial.
  • Proporcionar equipos digitales y apoyo al alumnado que los necesite a fin de garantizar su acceso a una educación a distancia de alta calidad.

El artículo de blog “Adoptar medidas para mantener la seguridad del alumnado, el personal y las comunidades escolares en Inglaterra”, de Mary Bousted y Kevin Courtney, está disponible aquí.