Un sindicato italiano de la educación pide a los docentes que firmen un manifiesto que establece siete puntos para garantizar la educación inclusiva durante la pandemia de la COVID-19.
Tras la emergencia epidemiológica provocada por la pandemia de la COVID-19, el Gobierno italiano ha impuesto medidas de contención en relación con muchos servicios públicos, entre ellos el sector de la educación. Entre las medidas incluidas se encontraba la recomendación de que los docentes pusieran en marcha “actividades de enseñanza a distancia”.
La Federazione Lavoratori della Conoscenza-CGIL(FLC-CGIL) ha respondido haciendo hincapié en que la enseñanza a distancia es una herramienta de emergencia y no puede reemplazar la relación entre docentes y estudiantes. En respuesta a las medidas adoptadas por el Gobierno, el sindicato publicó el manifiesto titulado “A distancia, pero no demasiado lejos: La escuela en tiempos de la COVID-19. Manifiesto a favor de una educación inclusiva”.
Configurar el futuro
En una carta de fecha 5 de mayo dirigida a sus miembros, Graziamaria Pistorino y Claudio Franchi, dirigentes de la FLC-CGIL, decían: “Vivimos tiempos difíciles. Estamos preocupados por nuestra propia vida, nuestros hijos e hijas, nuestros amigos y amigas, nuestra sociedad. La pandemia ha interrumpido repentinamente nuestra vida cotidiana y está teniendo consecuencias enormes para todos los países, tanto en el ámbito económico como en el social. Sin embargo, nosotros, como sindicalistas, tenemos que reducir la brecha y, al mismo tiempo, defender a la sociedad en su conjunto. Nuestro campo de batalla es el sistema educativo. Lo elegimos porque, para nosotros, el futuro, un futuro para todos, se conforma a través del sistema educativo”.
El manifiesto
El manifiesto de la FLC-CGIL se centra en siete áreas clave:
- Durante una crisis de emergencia, deben salvaguardarse los contactos con los estudiantes para garantizar el valor y la continuidad de la relación educativa.
- La educación debe seguir consistiendo en la enseñanza de aptitudes esenciales y ciudadanía a los estudiantes.
- La enseñanza a distancia, una herramienta de emergencia, no puede reemplazar la relación educativa entre docentes y estudiantes.
- La tecnología y los medios son instrumentos, no una panacea.
- Se debe evitar la desigualdad en el acceso a la educación a distancia.
- Los elementos colectivos de la educación deben protegerse: autonomía de las escuelas y órganos colegiados.
- Evaluación completa y constructiva del rendimiento de los estudiantes.
Aprendizaje a distancia
Subrayando la profesionalidad de los educadores, los dirigentes de la FLC-CGIL añadieron que “como docentes, asumimos la responsabilidad de seguir enseñando, sea cual sea la situación, de forma presencial o a distancia. Queremos que, en estos momentos de crisis, la profesionalidad del profesorado se convierta en un valor de libertad y democracia. Ahora nos enfrentamos a un importante debate mundial sobre el aprendizaje a distancia, sobre si es bueno o malo, o si va a ser el futuro o no”.
Esfuerzo conjunto
También reconocieron que, para encontrar una solución adecuada para la educación durante esta crisis de salud pública, es necesario que pedagogos, psicólogos, filósofos y especialistas de la educación realicen esfuerzos conjuntos.
Además, insistieron en que, con el manifiesto a favor de una educación inclusiva, quieren “hablar de relaciones educativas reales, de la tecnología como herramienta, de la colegialidad y de peligros como la discriminación”.
La carta enviada por el sindicato a sus afiliados concluía instando a pedagogos, psicólogos, filósofos y, sobre todo, a docentes a firmar el manifiesto. Esta acción “contribuirá al debate en curso en nuestro país, para que la enseñanza siga vinculada a los avances científicos y culturales más importantes, con raíces y ramificaciones prestigiosas en nuestro país, y para que no sea transformada en operaciones de mercado lucrativas que conducen a un aumento de la desigualdad”.
La FLC-CGIL entregará el manifiesto firmado al Ministerio de Educación italiano.