Con el fin de evitar la llegada y la propagación del COVID-19 en Burundi, los docentes sindicalistas difunden entre la población las medidas preventivas adoptadas por el gobierno y piden que se adopten medidas adicionales.
Rémy Nsengiyumva, presidente del Syndicat Libre des Travailleurs de l’Enseignement du Burundi (STEB), ha indicado que su sindicato ha organizado reuniones de sensibilización sobre las medidas preventivas declaradas por el Gobierno.
Los representantes del país han adoptado las siguientes medidas en las escuelas y las comunidades:
- Evitar abrazarse y darse la mano, una medida difícil de aplicar en la cultura de Burundi.
- Lavarse las manos y colocar sistemas con agua y jabón en los lugares donde se reúne la población.
- Llamar a un número gratuito en caso de sospecha.
Sin embargo, Nsengiyumva ha señalado que su sindicato considera estas medidas insuficientes. Por ejemplo, todavía no se han cerrado los establecimientos educativos ni se han prohibido las reuniones públicas. Pero el Gobierno es el único que tiene poderes para aplicar estas medidas.
«Pedimos la participación de los sindicatos y la colaboración con el Gobierno para elaborar algunas de las propuestas. Principalmente, queremos proponer que se cierren los establecimientos educativos antes de que ocurra lo peor», ha insistido el dirigente de STEB.
Además, el sindicato está muy preocupado por la posibilidad de que la pandemia llegue al país. De hecho, Nsengiyumva ha señalado que «no será fácil, dados los medios de que disponemos y si nos fijamos en los estragos que la pandemia ya ha provocado en los países desarrollados».
En su opinión, si el gobierno y la población no se toman en serio la pandemia, tendrán que ser los sindicatos los que tomen las riendas para sensibilizar a la sociedad burundesa.