A medida que la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) se extiende por todo el mundo y paraliza países enteros, las familias desfavorecidas son las más afectadas por la crisis que esta pandemia ha creado, ya que los padres no pueden trabajar y, en consecuencia, mantener a sus hijos. Los educadores de Palestina y Marruecos han decidido donar parte de sus salarios para ayudar a los más vulnerables y a la lucha contra el virus.
Dado que en estos momentos 1.300 millones de estudiantes de todo el mundo no pueden asistir a la escuela (más del 80% de la población estudiantil mundial), millones de niños de entornos desfavorecidos se ven privados de los servicios sociales esenciales que se prestan en sus escuelas, como los comedores escolares. Esta situación se ve agravada por el hecho de que las medidas de cuarentena implican que muchos padres hayan perdido su trabajo o no pueden salir de casa para poder mantener a sus hijos.
Decididos a ayudar a sus alumnos, los sindicatos de la educación de Palestina y Marruecos han movilizado a sus miembros con el fin de recaudar dinero para los fondos de solidaridad nacional.
Palestina: apoyo para las personas vulnerables
En Palestina,el cierre de las escuelas a nivel nacional ha afectado a más de 1,6 millones de estudiantes de todos los niveles de la educación. En este contexto, la Federación de Sindicatos de Profesores y Empleados de las Universidades Palestinas (FUPUPE), miembro de la Internacional de la Educación en el país, ha decidido animar a sus miembros a donar el salario de un día de trabajo para las personas desempleadas y las familias de estudiantes desfavorecidos de Palestina.
Marruecos: solidaridad y acción sindical contra la especulación durante la crisis
Cerca de 9 millones de estudiantes no pueden asistir a clasea consecuencia del cierre de las escuelas en Marruecos a escala nacional. Muchos de ellos se encuentran en situaciones precarias.
Los sindicatos de Marruecos, entre ellos el Sindicato Nacional de la Educación –Confederación Democrática del Trabajo (SNE-CDT), miembro de la Internacional de la Educación, han decidido alentar a los trabajadores y educadores a donar tres días de su salario en los próximos tres meses al recién creado fondo de solidaridad COVID-19.
Sin embargo, mientras los trabajadores de la educación pública muestran su solidaridad con los más afectados, las organizaciones que representan los intereses privados en la educación están presionando al gobierno marroquí para obtener exenciones fiscales y asistencia financiera que les permitansatisfacer el pago de los salarios de los trabajadores durante el cierre de las escuelas a causa del COVID-19. Entretanto, las mismas organizaciones están obligando a los padres a pagar la matrícula durante el tiempo en que las escuelas privadas estén cerradas. Por otra parte, hace tan solo unos meses, los grupos de interés de la educación privada obtuvieron una importante reducción de impuestos por parte del gobierno marroquí.
La Internacional de la Educación y la SNE-CDT han enviado una carta oficial al primer ministro de Marruecos en la que le piden que no se tolere esta especulación durante la crisis y que el gobierno se distancie de los proveedores de educación privada que no hacen más que acentuar las desigualdades y la segregación en el país.