Ei-iE

Syrian Refugee Girls Practicing their Writing at Home in a Refugee Camp.  ©UNHCR
Syrian Refugee Girls Practicing their Writing at Home in a Refugee Camp. ©UNHCR

Siria: un sindicato de educación denuncia el terrible balance del ataque militar turco en el noreste de Siria

publicado 24 octubre 2019 actualizado 13 octubre 2023
Suscríbete a nuestros boletines

Según uno de los afiliados de la Internacional de la Educación en Irak, el Kurdistan Teachers’ Union, el ataque turco en el noreste de Siria ya ha causado inmensas pérdidas, con 18 maestros y 22 estudiantes asesinados, 810 escuelas dañadas, 22 escuelas destruidas y 86 000 estudiantes que no pueden asistir a las clases. Al parecer, en los últimos días habrían llegado 5000 refugiados a la región del Kurdistán iraquí, sin que haya disponible apoyo humanitario alguno.

David Edwards, Secretario General de la Internacional de la Educación, ha declarado que: «Denunciamos firmemente esta violencia desmesurada y nos unimos a la comunidad internacional para exigir el fin inmediato de estos ataques contra civiles, estudiantes y docentes. Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo kurdo en estos momentos tan oscuros».

La Internacional de la Educación se ha movilizado en apoyo de los afectados por los ataques militares. Se ha enviado un llamamiento de acción urgente a las 391 organizaciones miembro de la Internacional de la Educación en más de 170 países y territorios para animarlas a ponerse en contacto con las embajadas turcas en sus países y a exigir el cese inmediato de esta destructiva intervención militar. La IE y sus miembros instan a Turquía a adoptar la Declaración sobre la seguridad en las escuelas y a aplicar las Directrices para prevenir el uso militar de escuelas y universidades durante conflictos armados.

Las escuelas y otras instituciones educativas no deben ser objeto de ningún tipo de ataque o utilización en operaciones militares. Los estudiantes, los docentes y todos los civiles que ya han sido testigos de los horrores de la guerra no deben volver a ser víctimas de ello. Se les debe permitir reconstruir sus vidas y sus comunidades.