Ei-iE

El 8º Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (IE), reunido en Bangkok, Tailandia, del 21 al 26 de julio de 2019, constata:

(1) Que en 2020 se cumplirá el 25º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y marcará el inicio de la última década de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de las Naciones Unidas.

(2) La importancia de las normas de la Organización Internacional del Trabajo que buscan proteger los derechos de la mujer en el trabajo y garantizar otras protecciones a mujeres y niñas.

(3) Las Convenciones sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) y sobre los derechos del niño.

(4) Que los sindicatos y las organizaciones de la sociedad civil fueron fundamentales a la hora de obtener estos instrumentos internacionales fundamentales para la realización plenos e iguales derechos humanos y libertades para mujeres y niñas.

El Congreso señala asimismo que:

(5) Pese a estas protecciones, 131 millones de niñas en el mundo siguen sin asistir a la escuela y se ha registrado un incremento del 6 por ciento en el número de niñas que no reciben educación primaria.

(6) El empoderamiento económico de la mujer y las protecciones para las niñas, que incluye la visión de los ODS, no podrán realizarse a menos que los Gobiernos aborden con una perspectiva de género el impacto de la pobreza global.

(7) Medidas gubernamentales de política económica –incluyendo la austeridad fiscal, la privatización de servicios públicos, la desregulación de los mercados de trabajo, cambios impositivos– repercuten también en los derechos humanos.

(8) Muchos países han implementado reformas políticas deliberadas e ideológicas, que han desembocado en que mujeres y niños sean quienes asumen la mayor carga de la austeridad, la privatización y otras políticas económicas.

(9) Incluso en países como el Reino Unido, que es la quinta mayor economía del mundo y un centro neurálgico de las finanzas internacionales, 4 millones de niños y niñas viven en la pobreza, dependiendo de recursos como bancos alimentarios y otros beneficios sociales.

(10) La creciente desigualdad, la violencia de género, la discriminación y desequilibrios de poder estructurales, constituyen factores que inhiben cualquier progreso respecto a la igualdad de género y tienen efectos adversos y duraderos sobre las niñas.

(11) Las políticas regresivas de algunos gobiernos impiden que las mujeres tengan autonomía sobre sus propios cuerpos; la mutilación genital todavía no se ha erradicado y tiene efectos irreversibles en la salud de las niñas y las mujeres.

(12) Los abusos, la violencia y la esclavitud de mujeres y niñas como arma de guerra constituyen una abominación y un acto deplorable que debe eliminarse.

El Congreso considera que:

(13) Pese a los logros a nivel mundial en cuanto a los derechos de las mujeres y las niñas, los progresos resultan desiguales, lentos y existe el peligro de regresión en ciertos aspectos, en vista de los ataques que se producen actualmente contra los derechos de los trabajadores y las trabajadoras, la justicia social y los derechos humanos.

(14) Las mujeres sufren particularmente las consecuencias de dichos ataques, con la represión de las libertades y una creciente discriminación y violencia en nuestras escuelas, lugares de trabajo, hogares y en las calles.

(15) Los derechos de mujeres y niñas han de constituir una prioridad de campaña para los sindicatos, junto con la sociedad civil, con vistas al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.

(16) El Congreso encomienda al Consejo Ejecutivo de la IE que tome medidas para:

(i) Continuar defendiendo a mujeres y niñas en todos sus programas campañas y prácticas.

(ii) Comprometerse a trabajar activamente con la sociedad civil y otros grupos con vistas a promover la igualdad de género para mujeres y niñas.

(iii) Continuar exigiendo la equidad salarial entre mujeres y hombres (la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor).

(iv) Continuar haciendo campaña por un acceso universal e igualitario a una educación de calidad para mujeres y niñas.

(v) Reconocer la labor de las organizaciones miembros en campañas a favor de la igualdad de derechos para la mujer y para poner fin a la violencia contra mujeres y niñas.

(vi) Trabajar con las organizaciones miembros a fin de garantizar que sus estructuras sindicales, a nivel local, nacional e internacional, constituyan también espacios seguros e inclusivos para las mujeres, defendiendo al mismo tiempo los derechos de las mujeres y la igualdad de género.

(vii) Intensificar los esfuerzos destinados a aumentar el número de mujeres que ocupan funciones de liderazgo en la IE y animar al mismo tiempo a las afiliadas a que también aumenten el número de mujeres líderes en sus sindicatos. Dichos esfuerzos pueden incluir la designación de cargos para las mujeres y la realización de programas para animar a las mujeres a presentarse a funciones de liderazgo.