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Por primera vez en 25 años, los docentes abandonan sus puestos de trabajo en Denver, Colorado, para exigir mejores condiciones laborales y un sistema de remuneración justo.

En todos los Estados Unidos, los profesores reivindican mejores condiciones laborales y el fin de la austeridad. El último sindicato que se declaró en huelga, ayer, 11 de febrero, ha sido la Denver ClassroomTeachers’ Association, que ha luchado para obtener salarios más elevados y un cambio en el sistema de bonificaciones. La huelga fue convocada tras 15 meses de negociaciones infructuosas entre el distrito escolar y la Denver ClassroomTeachers’ Association (DCTA), miembro de la NationalEducationAssociation (NEA) afiliada a la Internacional de la Educación. Es la primera huelga que tiene lugar en Denver en un cuarto de siglo y ha recibido un apoyo considerable por parte de los estudiantes que se unieron a los docentes durante la huelga.

Un sistema socavado por la austeridad

En Denver la rotación del personal docente ha aumentado a un ritmo constante, puesto que los salarios reales han disminuido En el marco del sistema puesto en marcha en 2005, los docentes se ven obligados a depender de bonificaciones y de incentivos que escapan a su control. "Desafortunadamente, las bonificaciones son muy variables y no podemos contar con ellas de un año a otro", ha declarado Nick Childers, profesor de ciencias sociales, al canal CNN News. El sindicato ha anunciado que aún está a la espera de "un plan salarial justo, competitivo y transparente que confiera prioridad al salario básico por encima de las complicadas y poco confiables bonificaciones".

Con el fin de respaldar la huelga de docentes de Denver, la presidenta de la NEA, Lily Eskelsen García, ha afirmado que este movimiento de los trabajadores debería servir de advertencia a los demás distritos que pretendan remunerar a los docentes con bonificaciones e incentivos: "No hay un solo distrito escolar en el país que observe a Denver y piense: 'Oh, creo que probaré esto'. No. Deberían haber frenado este sistema y haberlo modificado hace años, y no lo hicieron. Y esta es la consecuencia".

RandiWeingarten, presidenta de la American FederationofTeachers (AFT), también miembro de la Internacional de la Educación, ha declarado que dichas huelgas forman parte de una tendencia más amplia que para los docentes consiste en luchar contra los problemas sistemáticos de financiación en la educación pública desde hace una década. "Nuestras comunidades han dejado claro que quieren escuelas públicas seguras y sólidas, en las que los niños puedan aprender y los docentes puedan enseñar", ha explicado Weingarten.

Una oleada victoriosa de acciones colectivas

Según el periódico The Guardian (edición estadounidense), los docentes de Oakland y Sacramento en California podrían también declararse en huelga en las próximas semanas como parte de una oleada más amplia de acciones que se llevaron a cabo en varios Estados y ciudades en 2018. Dichas huelgas han conducido a importantes victorias para los docentes de Oklahoma, Virginia Occidental, Arizona y, más recientemente, Los Ángeles.