La educación constituye un derecho humano y los que lo defienden deben ser protegidos y apoyados, afirma David Edwards, secretario general de la Internacional de Educación.
En una declaración pulicada en el blog “Mundos de la Educación”, Edwards analiza los 70 años de trabajo en materia de derechos humanos desde la adopción de la Declaración Universal el 10 de diciembre de 1948. Edwards considera que este día representa una ocasión para inspirarse en sus principios y su origen, así como una oportunidad para que sindicalistas y educadores reflexionen sobre sus valores y las aspiraciones que representa. En su declaración, insta a los educadores a luchar, hablar y actuar. “Es fundamental demostrar nuestra solidaridad hacia los docentes valientes que se enfrentan a las dictaduras diariamente. No obstante, también debemos contrarrestar aquellas fuerzas que socavan las bases de las consolidadas democracias; sus tradiciones, su cultura y sus instituciones”, puntualiza.
Reflexionando sobre los actuales ataques a la democracia, Edwards nos recuerda que “la lucha por la democracia constituye una guerra de ideas y nosotros, como educadores y sindicalistas, nos encontramos en primera línea de esa guerra. Se acabó el tiempo de la indulgencia, si alguna vez hubo uno”. Junto con sus afiliados, la Internacional de la Educación pondrá en marcha una estrategia política global sobre educación y democracia para los próximos años.