La Internacional de la Educación muestra su apoyo total a su afiliado brasileño, la Confederação Nacional dos Trabalhadores em Educação, en su denuncia del intento de una recién elegida diputada de limitar la libertad de expresión de los docentes.
La Confederação Nacional dos Trabalhadores em Educação(Confederación Nacional de los Trabajadores de la Educación - CNTE), que representa a más de 4 millones de trabajadores de la enseñanza pública en Brasil, condenó rotundamente el 29 de octubre las declaraciones realizadas por la recién elegida congresista Ana Caroline Campagnolo, miembro del Partido Social Liberal (PSL) del presidente electo, instando a los estudiantes a hacer grabaciones de audio y vídeo a los que califica como «docentes adoctrinadores».
«Sus declaraciones constituyen un claro ataque a la profesión docente y un desprecio hacia los principios recogidos en la ley y en nuestra Constitución», denuncia el Consejo Ejecutivo Nacional de la CNTE.
El sindicato también ha señalado que se trata de un ataque a la libertad académica recogida en el artículo 205 de la Constitución brasileña, que garantiza claramente «la libertad para enseñar, aprender, investigar y difundir los pensamientos, el arte y el conocimiento». También es contrario a los principios del artículo 3 de la Ley nacional de la educación de Brasil de 1996 que establece la pluralidad de ideas y planteamientos pedagógicos y la libertad académica como principios fundamentales del sistema educativo del país.
Los líderes de la CNTE piden a todos los profesores susceptibles de sufrir ataques o que vean sus aulas invadidas que cuenten con testigos de los hechos y no permitan que se realicen grabaciones no autorizadas que violan el derecho a la intimidad. El sindicato también anima a los docentes a que se pongan en contacto con su sindicato de forma inmediata para emprender acciones legales.
«Además de condenar esta actitud, queremos enviar una advertencia: no nos van a intimidar», concluyen, y hacen hincapié en que «no van a destruir la enseñanza pública de nuestro país sin que ofrezcamos resistencia».
«Estamos con nuestros colegas brasileños y les apoyamos en su lucha por lograr una educación de calidad para todos y el respeto por los derechos humanos y sindicales en su país», insiste el secretario general de la IE David Edwards.
Ha añadido que «no es aceptable ni democrático demonizar a los oponentes, ni catalogar las acciones de la sociedad civil como «terroristas» para desacreditarlas y amenazar con despojar de sus derechos y libertades a los ciudadanos catalogados como chivos expiatorios».
La Internacional de la Educación y sus afiliados brasileños seguirán de cerca la situación de los educadores, los estudiantes y el sistema educativo en Brasil.