En el momento en que 900.000 estudiantes y 100.000 docentes de la Federación Valonia-Bruselas se están preparando para empezar un nuevo curso escolar, los sindicalistas docentes de Bélgica han reafirmado la importancia de poner en práctica el Pacto de excelencia destinado a lograr una educación de calidad.
El inicio del curso escolar, que empieza progresivamente a partir del 1 de septiembre en Bélgica, tendrá lugar en un contexto político sin precedentes tras la explosión de la mayoría PS-cdH en junio.
A pesar de la ruptura, los dos partidos políticos han podido garantizar que los estudiantes tengan un inicio de curso escolar “normal”, especialmente con la entrada en vigor de las primeras medidas concretas del Pacto de excelencia.
Aunque la situación inmediata está bajo control, los actores de la educación, que han trabajado arduamente durante casi tres años para diseñar la escuela del mañana como una institución más eficiente y menos desigualitaria, han manifestado su preocupación. Los dos últimos años de la legislatura que perdió su mayoría fueron esenciales para plasmar las reformas en proyectos de decreto y garantizar que fueran votados en el Parlamento.
Si bien la región valona tiene una nueva mayoría MR-cdH desde el mes de julio, todavía no se ha aclarado qué mayoría completará la legislatura actual en la Federación Valonia-Bruselas ni tampoco se sabe si ésta compartirá la misma voluntad de su predecesora de aplicar todas las reformas del Pacto.
CSC-Enseignement está inquieto
Parece que la inquietud está generalizada entre los sindicatos de los docentes.
“Veo un Pacto que se ha detenido a medio camino”, explica Eugène Ernst de CSC-Enseignement. “Estamos aquí parados, sin saber qué camino tenemos que seguir. ¿Vamos a volver sobre nuestros pasos? ¿Vamos a tomar otra dirección? No lo sabemos…”, declaró.
También destacó que la mayoría saliente había decidido hacer del Pacto una prioridad presupuestaria para los próximos años y se había comprometido, en particular, a encontrar recursos adicionales para financiar las reformas y a esperar obtener resultados, es decir, ahorros, más adelante.
También afirmó que estaba “muy, muy, muy preocupado” por el vacío político actual que había en la Federación Valonia-Bruselas, que considera que podría dar alas a los partidarios de la regionalización de la educación.
Una declaración sindical
En una declaración conjunta fechada el 20 de junio, CSC-Enseignement, CGSP-Enseignement, SLFP-Enseignement , SEL-SETCa y CGSLB-Appel recordaron firmemente que “las escuelas no pueden sufrir las consecuencias de la crisis política” y que “durante meses y años, los sindicatos y los actores de la educación han estado trabajando sobre cuestiones de importancia crucial para nuestro sistema educativo”.
Pidieron que se resolvieran rápidamente los siguientes asuntos: el memorando de entendimiento sectorial; la asignatura de filosofía y ciudadanía en la educación secundaria y las medidas transitorias para los docentes de la educación primaria y secundaria; la formación inicial de los docentes; el apoyo y orientación adicionales en las escuelas de educación infantil; la asistencia para la gestión de las escuelas; y las adaptaciones al decreto ‘Títulos y funciones’.
Insistieron en que era fundamental para los docentes, los estudiantes, los padres y las escuelas que estas cuestiones se resolvieran antes del inicio del curso escolar para que éste pudiera organizarse de la mejor manera posible, ya que “no se les puede hacer pagar las consecuencias del vacío político”.
El frente común sindical deseó “expresar su profunda preocupación y señalar que está dispuesto a responder enérgicamente ante el descuido de cualquiera de estos temas que pueda tener inevitablemente repercusiones sobre las condiciones de trabajo de los docentes”.
A pesar de todas estas incertidumbres, el “Comité Consultivo”, el órgano directivo del Pacto en el que diversos actores tienen asiento, celebrará una reunión el 31 de agosto tal como estaba previsto. El objetivo de la reunión será medir los progresos realizados en la aplicación progresiva del plan de estudios común, así como desarrollar nuevos estándares, en particular para la enseñanza preescolar.