Los sindicatos de la educación del Reino Unido han hecho hincapié en la necesidad de que el personal docente cuente con el apoyo de profesionales de la salud cualificados con el fin de abordar mejor los problemas de salud mental de los estudiantes.
Esta es la respuesta de los sindicatos de los docentes a la puesta en marcha de un programa gubernamental para dar formación a un “Youth Mental Health First Aid Champion” (Paladín de primeros auxilios en salud mental juvenil) en cada escuela de enseñanza secundaria.
NASUWT: necesidad de apoyo
“Los docentes y los directores escolares están profundamente preocupados por los problemas de salud mental que experimentan los niños y los jóvenes a los que enseñan”, señaló Chris Keates, Secretaria General de la asociación nacional de maestras, la National Association of Schoolmasters Union of Women Teachers (NASUWT).
Reconociendo que el Gobierno tiene razón en preocuparse por la salud mental de los alumnos, indicó que el programa anunciado no aborda la magnitud de los problemas que experimentan las escuelas. “Los docentes y los directores escolares toman muy en serio su deber de cuidar de sus alumnos, pero no pueden reemplazar a profesionales de la salud cualificados”, agregó.
Una de las dificultades más importantes es que cuando se identifican problemas de salud mental en las escuelas, el acceso a profesionales externos cualificados y a servicios de apoyo adecuados es, en el mejor de los casos, limitado y, en algunos casos, inexistente debido a los recortes que se hacen año tras año en estos servicios, afirmó.
Aun cuando las sesiones de formación pueden ser útiles, “posiblemente añadan más cargas y responsabilidades sobre los hombros de los docentes, quienes ya están tratando de hacer frente a cargas de trabajo excesivas e insostenibles”.
Docentes ignorados
Keates también consideró “profundamente decepcionante” que, aunque se reconozcan los problemas de salud mental que experimentan los niños y los jóvenes, una vez más se ignore la evidencia irrefutable de los problemas de salud mental que aquejan a los propios docentes.
A su vez, instó al Gobierno a que se ocupe de los factores que contribuyen a la salud mental y al bienestar de las escuelas. Además de proporcionar a los alumnos y al cuerpo docente acceso directo y fácilmente disponible a los servicios de salud mental, estos deben ser dotados a su vez de personal cualificado y capacitado profesionalmente.
Las estadísticas revelan una cruel verdad
Entre las sorprendentes estadísticas reveladas por la encuesta de NASUWT entre 2.000 docentes y directores escolares realizada en marzo de 2017, el 98% de los/las docentes indicaron haber estado en contacto con alumnos que a su juicio presentan problemas de salud mental.
Además, el 83% señaló que su trabajo ha tenido un impacto negativo en su bienestar, el 59% afirmó que ha tenido repercusiones negativas en su salud mental y el 52% que ha tenido repercusiones negativas sobre su salud física.
NUT: subfinanciación crónica
El sindicato nacional de docentes, National Union of Teachers (NUT), también comentó las propuestas del ministerio de Salud y del ministerio de Educación de aportar una financiación de 200.000 libras esterlinas para ayudar a los docentes a comprender e identificar los problemas de salud mental en los niños de todas las escuelas secundarias de Inglaterra. “El Gobierno necesita conceder prioridad a la inversión en salud mental, pero según sus propias cifras, esta inversión equivaldría a 67 libras esterlinas por persona”, señaló Rosamund McNeil, Directora de Educación de la NUT. Insistió en que los servicios de salud mental habían padecido “años de una insuficiente financiación crónica”.
Asimismo, añadió: “Identificar a los alumnos a través de las escuelas es un elemento clave, pero los jóvenes y los niños necesitan ayuda clínica especializada cerca de donde viven y lo suficientemente rápida como para intervenir precozmente. En cada cohorte, muchos niños tienen necesidades emocionales y de comportamiento que requieren de ayuda exterior a la escuela”. “Los servicios de salud mental para niños y adolescentes necesitan ampliarse con el fin de asegurar que las escuelas disponen de los lugares apropiados y de profesionales perfectamente capacitados para derivar a las familias, añadió McNeil.
Estrés debido a los exámenes
McNeil observa que algunos niños citan el enfoque con que se concibe la educación en tanto que fábrica de exámenes como una de las razones por las que experimentan altos niveles de estrés, por lo que el Gobierno debe revisar el papel que juegan las pruebas estandarizadas de alto índice en relación con la salud mental y el bienestar de los niños. También es preciso que preste atención a las recomendaciones del reciente informe de la encuesta sobre la función de la educación y la salud mental de niños y jóvenes: Children and young people's mental health - role of education inquiry.
Asimismo, McNeil sugirió que se aumentara el número de plazas de personal de apoyo en las escuelas y que el plan de estudios debía incluir tiempo suficiente para el deporte, la actividad física y los temas artísticos, ya que cada vez resulta más difícil asegurarlos debido a la crisis de financiación que aqueja a las escuelas.
Por último, exigió que el Gobierno conceda a las escuelas la financiación, un plan de estudios flexible y la dotación de personal docente que necesitan para apoyar las necesidades individuales de los niños y jóvenes, así como aumentar la inversión nacional para conceder ayuda local en materia de salud mental.