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Declaraciones de las Cumbres del G20/G8: los Gobiernos acuerdan no estar de acuerdo

publicado 6 julio 2010 actualizado 6 julio 2010
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La Confederación Sindical Internacional (CSI) y la Comisión Sindical Consultiva (CSC) han elaborado una evaluación conjunta sobre la reunión de los Ministros de trabajo del G20.

El documento expone el fracaso de los líderes mundiales a la hora de responder a las reivindicaciones de los sindicatos y de cumplir con el reto, cada vez mayor, que supone la creación de puestos de trabajo a lo largo de los próximos años.Tal como declaraba Robert Harris, Consultor Principal de la IE: “Por desgracia, el G20 de Toronto ha cumplido con nuestras expectativas, que eran muy bajas.”

La cuestión de los empleos no es siquiera abordada en la parte principal de la Declaración de la Cumbre, y ha quedado simplemente relegada al Apéndice, como un asunto de segunda categoría.

El análisis de los sindicatos revela que los Gobiernos están divididos ante el dilema de dar prioridad a la recuperación y a los empleos o a la reducción prematura de los déficits públicos: “Alemania, el Reino Unido y Canadá han hecho presión para lo que supondría una salida prematura de las medidas de estímulo económico; mientras que EEUU, junto con varias economías emergentes, han reclamado que se mantenga el apoyo para el crecimiento.”

Sin embargo no se ha establecido ningún vínculo entre el recorte de los déficits y el uso potencial de nuevos impuestos, como un Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) o unos impuestos más progresivos, a fin de responder a esas necesidades fiscales.

En este sentido los Gobiernos del G20 volvían a estar divididos: “Aceptar que algunos países podrían aplicar un impuesto financiero o un ITF, y que otros no, es un ejemplo más de la falta de coordinación.” En consecuencia, “la consideración de una acción globalmente orquestada con relación al ITF o a otros impuestos está ausente en la agenda del G20.”

Para completar el cuadro, el texto asume que los mercados laborales desregulados mejorarían los resultados económicos y de empleo, es decir, volver al antiguo programa de desregularización de los mercados laborales como panacea.

Por otro lado, la Declaración de la Cumbre del G8 en Muskoka, titulada “Recuperación y Nuevos Comienzos” revela que, en base a las estimaciones de la OCDE, “en 2010 hay un déficit de US$ 50.000 millones para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en 2015.”

Y aún así los Líderes del G8 están convencidos de que se han logrado “progresos considerables” en cuanto a los ODM, aunque reconozcan que “se necesita hacer más”.

Con esto, los Líderes mundiales tienen muchas ganas de compartir responsabilidades con otros: las acciones deben provenir “no sólo de los gobiernos sino también del sector privado, de fundaciones, organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil.”

Algunos aspectos alentadores de la Declaración del G8, son la cancelación total de la deuda de Haití con las Instituciones Financieras Internacionales, así como el tan divulgado logro de la Cumbre: la denominada Iniciativa Muskoka, para acelerar los progresos en la consecución de los ODM con respecto a mejoras en la salud materna y a la reducción de la mortalidad infantil.

Para leer el análisis de la IE sobre las Declaraciones de las Cumbres G8/G20 hacer clic aquí.