El 10.º Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (IE), reunido en Buenos Aires (Argentina), entre el 29 de julio y el 2 de agosto de 2024, toma nota de que:
El 22 de julio de 2024, Israel declaró al 83 % de la Franja de Gaza como “zonas de paso prohibido” para el pueblo palestino, aunque el resto de zonas estaba siendo bombardeado (Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas en el Territorio Palestino Ocupado).
La ofensiva de Israel en Rafah capturó la frontera el 7 de mayo de 2024. Esto provocó una disminución en el número promedio de camiones de ayuda que entraron en Gaza (en julio) hasta los 42 al día, lo que constituye menos del 10 % de las importaciones que se producían antes de la guerra en la Franja de Gaza (Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas en el Territorio Palestino Ocupado).
Desde el 23 de julio de 2024, 8719 estudiantes y 397 docentes han sido víctimas de asesinato, 497 de 563 centros educativos han recibido daños o han sido destruidos y 12 universidades han sido arrasadas (Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas en el Territorio Palestino Ocupado). Debido a la situación tan catastrófica, 15 000 estudiantes y 200 docentes han abandonado Gaza con destino a Egipto.
El fallo de la Corte Internacional de Justicia del 19 de julio de 2024 consideró ilegales los asentamientos israelíes en el Territorio Palestino Ocupado, sobre la base de sus conclusiones anteriores en las que consideraba plausible que se estuviera cometiendo un genocidio en Gaza.
El Congreso toma nota además de que:
Más de 400 000 personas de toda Gaza —más de una quinta parte de la población— están afrontando la inanición más severa; la muerte de más niños y niñas palestinas por hambre, deshidratación y malnutrición deja patente que la hambruna se ha extendido por toda la Franja de Gaza.
Una evaluación respaldada por las Naciones Unidas afirma que casi medio millón de palestinos y palestinas en Gaza siguen enfrentándose a “niveles catastróficos” de hambre y que el “alto riesgo” de hambruna persistirá mientras continúe la guerra entre Israel y Hamás y se restrinja el acceso humanitario.
Las Naciones Unidas suspendieron en mayo la distribución de alimentos en la ciudad de Rafah, al sur de Gaza, debido a la falta de suministros y a una situación de seguridad insostenible provocada por la intensificación de la operación militar de Israel.
Nos preocupa profundamente la repercusión de la guerra en el profesorado, el personal de apoyo educativo y el alumnado, así como la destrucción de la infraestructura de educación en Gaza. El número de niños y niñas que han resultado asesinados/as en nueve meses en Gaza supera a la cifra combinada de niños y niñas asesinados durante cuatro años de guerras en todo el mundo.
Las escuelas operadas por el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA), que se han convertido en refugios para cientos de miles de civiles en situación de desplazamiento forzoso, han sido y continúan siendo el objetivo de los ataques intensos israelíes. Asimismo, el 22 de julio, el Knéset de Israel votó declarar al UNRWA una organización terrorista, con lo que se ha marginado la enseñanza de los niños y niñas refugiados de Palestina.
El Congreso cree:
Que la inacción de todos los países se ve como una falta de preocupación por las consecuencias para la población civil agotada. Esto es inaceptable y se deben adoptar medidas inmediatas para evitar un mayor sufrimiento.
El primer paso para todos los Estados en el cumplimiento de sus propias obligaciones legales de garantizar el respeto del derecho internacional humanitario consiste en detener la invasión, abrir todos los pasos fronterizos terrestres y levantar las barreras internas al acceso humanitario.
De hecho, todos los proveedores de armas deben acatar la resolución del Consejo de Derechos Humanos votada el 5 de abril que les exhorta a poner fin a la venta, transferencia y desviación de armas, municiones y otros equipos militares a Israel. Todos los Estados deben actuar ya para garantizar un alto el fuego inmediato y sostenido.
Las denominadas “zonas humanitarias seguras” superpobladas donde muchas personas ni siquiera encuentran refugio, no son seguras. Ha llegado el momento de ejercer la máxima presión sobre Israel y la comunidad internacional para poner fin al reiterado desplazamiento forzoso del pueblo de Gaza.
Que las escuelas y otras instituciones educativas deberían ser refugios seguros y estar protegidas contra los ataques con arreglo a la Declaración de Escuelas Seguras adoptada en 2015, señalando que se sigue negando el derecho a la educación a más de 625 000 estudiantes en el transcurso de un año académico completo.
El 10º Congreso Mundial decide:
Apoyar el llamamiento de aplicar urgentemente la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que pide un alto el fuego inmediato y sostenido, junto con la entrada segura de ayuda humanitaria, la liberación inmediata e incondicional de todas las personas rehenes, la prevención contra el desplazamiento forzoso y el reconocimiento de los derechos del pueblo palestino.
Instar a reabrir el paso fronterizo de Rafah, ya que es el única manera de salvar la vida de más de 1,5 millones de personas vulnerables y hacer un llamamiento a un aumento masivo de la ayuda humanitaria.
Exigir una aplicación vinculante del derecho internacional íntegramente, apuntando que la aplicación selectiva del derecho internacional nos degrada a todas las personas.
Instar a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) que acelere la investigación de todas las acusaciones de crímenes de lesa humanidad.
Apoyar la solución biestatal promovida por la Asamblea General de las Naciones Unidas y las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de poner fin a la ocupación y abordar la difícil situación que afrontan las personas refugiadas de Palestina. Un primer paso para lograr este objetivo es reconocer a Palestina como Estado.
El Congreso insta al Consejo Ejecutivo a:
Respaldar al personal educativo que se niega a impartir contenido educativo que incite al odio racial y étnico.
Crear un comité de paz que colabore con los organismos de las Naciones Unidas, las organizaciones para la paz, las organizaciones del trabajo y los sindicatos mundiales con el fin de garantizar los derechos de los niños y niñas y del profesorado afectados por los conflictos.
Implementar medidas que garanticen la seguridad y el bienestar de 625 000 estudiantes y 22 500 docentes en Gaza.
Apoyar los programas en materia socioemocional y de bienestar del personal docente y los niños y niñas en Palestina y de quienes hayan abandonado Gaza desde el 7 de octubre.
Presionar a la comunidad internacional, las instituciones de las Naciones Unidas, la Alianza Mundial para la Educación y el Banco Mundial, entre otras partes, para que prioricen el apoyo a la reconstrucción del sistema escolar de Gaza y reivindiquen el establecimiento de un Fondo Mundial para los Salarios del Personal Docente en los países afectados por crisis, de acuerdo con la recomendación 56 del Grupo de Alto Nivel de la Profesión Docente de las Naciones Unidas.
Instar a todas las organizaciones miembros de la IE que continúen su respaldo crucial por medio del Fondo de Solidaridad de la IE.