El 10° Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (IE), reunido en Buenos Aires, Argentina, del 29 de julio al 2 de agosto de 2024:
Observa que:
en todo el mundo, se estima que 222 millones de niños y niñas en edad escolar están afectados por situaciones de crisis y emergencia, incluidas guerras y conflictos, y que el 35 % de ellos y ellas (78,2 millones) están sin escolarizar;
dos tercios de los niños y las niñas de Ucrania reciben clase en línea o mediante una combinación de educación en línea y presencial;
muchos niños, niñas y jóvenes de Palestina ni siquiera tienen acceso al derecho básico a la educación, ya que los centros educativos están cerrados y el personal docente de algunas zonas tiene dificultades para impartir clase en línea;
nos enfrentamos a una crisis mundial de contratación y retención de docentes, especialmente severa en las zonas de conflicto;
en muchos países afectados por conflictos y contextos de emergencia, el personal docente suele estar mal pagado, cobra tarde o no cobra nada;
además de las amenazas a su seguridad personal, el personal docente que trabaja en zonas de conflicto se enfrenta a enormes retos a la hora de llevar a cabo su labor. Entre otros, tienen dificultades para acceder a los recursos necesarios que permitan a sus estudiantes obtener los mejores resultados posibles;
a menudo, el personal docente refugiado ve rechazado su derecho a trabajar en el país de acogida, lo cual priva a los niños y niñas refugiados/as y a los niños y niñas del país de acogida de oportunidades de aprendizaje en los contextos donde más se necesitan;
más de la mitad de los niños y las niñas refugiados/as en edad de asistir a la educación preescolar y a la educación secundaria no están matriculados/as en los sistemas educativos nacionales de los países de acogida;
Condena:
el creciente número de agresiones a docentes, estudiantes e instalaciones educativas;
a los Gobiernos como el afgano, que prohíben a las niñas y las mujeres participar en la educación;
a los grupos armados, como los que operan en Nigeria y la República Democrática del Congo, que agreden a las niñas y a las mujeres, que las secuestran de las escuelas y los centros educativos, que las someten a situaciones de violencia sexual y que las obligan a apoyar operaciones militares, incluido el matrimonio forzado.
Reconoce:
que el conflicto es un motor de la violencia de género y sexual. y que, por este motivo, las niñas y las mujeres corren un enorme riesgo de que se les niegue el acceso a la educación;
los riesgos a los que se enfrentan las niñas y las mujeres estudiantes y docentes en las zonas de conflicto por asistir a su centro escolar o educativo, incluido el riesgo de secuestro o de violencia sexual.
Resuelve:
apoyar a nuestros compañeros y compañeras docentes que trabajan en zonas de conflicto a través de medidas orientadas a alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4) y a garantizar el derecho a una educación inclusiva de calidad para todos y todas, entre otras medidas;
colaborar con organizaciones no gubernamentales con experiencia que trabajen en zonas afectadas por guerras y conflictos;
instar a los Gobiernos del norte global a cumplir con sus responsabilidades en relación con los ODS, incluido el ODS 4:
mediante el desarrollo de una ayuda más centrada y que destine más recursos a la educación, así como mediante el cumplimiento de los objetivos internacionales de asignar al menos el 15 % de la Asistencia Oficial para el Desarrollo a la educación y el 10 % del presupuesto para la ayuda humanitaria a la educación;
mediante el desarrollo y la implementación de estrategias que protejan a estudiantes y docentes y los y las mantengan a salvo, además de garantizar su derecho a una educación y un trabajo de alta calidad;
exigiendo el cumplimiento por parte de los gobiernos de sus responsabilidades en el país y garantizando que todos los niños, niñas y adolescentes, incluidos los y las refugiados/as, tengan acceso a una educación de calidad;
velando por que los países de acogida dispongan de mecanismos de reconocimiento de las competencias y cualificaciones del personal docente refugiado de modo que puedan enseñar, y ofreciéndoles posibilidades de profesionalización para que se familiaricen con el sistema educativo y el plan de estudios locales y aprendan el idioma local para que puedan impartir clase;
garantizando la rendición de cuentas por los ataques a escuelas y otras violaciones graves contra los niños y las niñas en situaciones de conflicto armado, también mediante la aplicación de la Resolución 2601 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la protección de las escuelas y los establecimientos de enseñanza en situaciones de conflicto armado, y la aprobación y aplicación de la Declaración sobre Escuelas Seguras;
instar a los sindicatos a colaborar con los sindicatos de las zonas de conflicto con el fin de:
recabar datos contrastados y sensibilizar sobre las experiencias y los retos a los que se enfrentan los estudiantes y el personal educativo de las zonas de conflicto;
dar una mayor visibilidad a las opiniones del personal docente que trabaja en zonas de conflicto sobre la mejor manera de satisfacer sus necesidades y las de sus estudiantes; y
recabar datos sobre los beneficios de las estrategias y los programas internacionales de apoyo a la educación en esas zonas, poner de relieve sus deficiencias y abogar por reformas que garanticen una educación y un trabajo de alta calidad;
preparar un plan de acción para movilizar a las organizaciones miembro de la IE y a la comunidad internacional con el fin de respaldar la creación de un Fondo Mundial para los Salarios del Personal Docente en Contextos de Emergencia, de acuerdo con la recomendación del Grupo de Alto Nivel sobre la Profesión Docente del Secretario General de las Naciones Unidas.