En un momento en que el personal docente de Japón se enfrenta a cargas de trabajo abrumadoras y a horarios prolongados, el sindicato de docentes Japanese Teachers’ Union ha puesto en marcha la campaña “¡Escuelas en crisis! Por un sistema escolar sostenible para una educación de calidad y el bienestar del profesorado”, que aboga por realizar reformas integrales, que comprendan un aumento de la financiación y cambios sistémicos en la educación pública.
Llamamiento a una reforma integral: más allá de los aumentos salariales
El comité asesor del ministro de Educación de Japón propuso recientemente aumentar el ajuste por lugar de destino para el profesorado de escuelas públicas del 4% al 10% de su salario mensual. Esta propuesta, fechada el 14 de mayo, se considera un primer paso a la hora de hacer frente a las extensas jornadas y las pesadas cargas lectivas que soporta el personal docente. No obstante, según una encuesta del JTU, el profesorado del primer ciclo de secundaria trabaja un promedio de 11 horas y 3 minutos cada día, lo que evidencia la urgencia de llevar a cabo reformas más sustanciales.
El auténtico desafío: carga de trabajo y bienestar
El JTU ha calificado la sugerencia del comité asesor de insuficiente, señalando que los verdaderos problemas superan con creces la compensación económica: el profesorado necesita de manera urgente que se reduzca el número de alumnos en las clases (actualmente hasta 35 estudiantes en los primeros ciclos y 40 en los superiores), así como un plan de estudios racionalizado a fin de mejorar tanto la calidad educativa como su propio bienestar.
Voces desde el terreno: educadores y apoyo público
La presión a favor del cambio cuenta con el firme apoyo de la comunidad, ya que se han recibido 700 000 peticiones por parte tanto de docentes como de ciudadanos. Estas voces han cobrado fuerza a través de conferencias de prensa nacionales y campañas a pie de calle, y han generado un diálogo sólido acerca del futuro de la educación japonesa.
Se necesitan medidas gubernamentales: llamamiento al Ministerio de Educación
El JTU aboga por cambios radicales, que comprendan modificaciones al programa académico nacional y al marco legal que rige la educación. Las reivindicaciones del sindicato son claras: promulgar reformas urgentes y efectivas que alivien la carga del personal docente y garanticen una educación de alta calidad para todo el alumnado.
Repitiendo la campaña “¡Por la pública! Creamos escuela” de la Internacional de la Educación
La lucha del JTU pone de manifiesto una situación crítica para la educación en Japón. Mientras el gobierno se plantea sus próximos pasos, la postura proactiva del sindicato y el abrumador apoyo público a sus iniciativas acentúan la necesidad apremiante de llevar a cabo una reforma educativa integral, así como de aumentar la inversión pública en el sistema de educación pública y contar con un profesorado respetado, adecuadamente respaldado y motivado. Este llamamiento se alinea estrechamente con la campaña “ ¡Por la pública! Creamos escuela” de la Internacional de la Educación, que exige que los gobiernos garanticen los derechos laborales y unas buenas condiciones laborales, así como cargas de trabajo gestionables y salarios competitivos para el profesorado y la fuerza laboral de la educación.