Durante su asamblea nacional, el sindicato de docentes de Japón Japan Teachers’ Union (JTU) solicitó a las autoridades la aplicación de siete recomendaciones para mejorar la situación del sistema de educación pública y de los educadores y las educadoras del país.
Los y las sindicalistas de la educación presentaron las reivindicaciones en el marco de su campaña “¡Escuelas en crisis! Por un sistema escolar sostenible para una educación de calidad y el bienestar de los educadores y las educadoras”.
En su discurso de apertura, Takimoto Tsukasa, presidente del JTU y presidente del Comité Regional de la Internacional de la Educación (IE) para Asia y el Pacífico, señaló que “el Ministerio de Educación, pese a no comprender la realidad de los educadores y las educadoras que trabajan en las escuelas, es el que determina las políticas, lo cual es un problema. El profesorado, a raíz de su entrega y su duro trabajo, sufre un “desequilibrio entre su vida laboral y personal”. Según la última encuesta del JTU, el personal docente de secundaria inferior trabaja una media de 11 horas y 3 minutos al día”.
Durante los paneles, cuatro integrantes compartieron sus experiencias:
- Un docente de enseñanza primaria tuvo que superar varias dificultades para obtener una baja por paternidad.
- Una docente de enfermería y atención sanitaria no pudo ejercer su derecho a un permiso retribuido que necesitaba, puesto que las leyes y normas vigentes no contemplaban la asignación de una persona sustituta que la reemplazara durante la baja.
- Otra docente de primaria tuvo dificultades para acceder a tratamientos de fertilidad por el hecho de estar demasiado ocupada con el trabajo.
- Una docente de secundaria enfermó tras asumir el cargo adicional de responsable de la actividad deportiva, que no forma parte del plan de estudios pero de la que muchos y muchas docentes son responsables en Japón.
Los páneles concluyeron que el sistema jurídico actual no garantiza una educación sostenible y de calidad, ni vela por el bienestar de los educadores y las educadoras.
Siete recomendaciones del JTU
El JTU presentó siete recomendaciones para mejorar la situación:
- Tiempo suficiente para que el profesorado pueda prepararse adecuadamente para dar clase.
- Clases más pequeñas (un máximo de 35 estudiantes para las aulas de 1º y 2º, y de 40 estudiantes para las demás).
- Cooperación entre el profesorado y profesionales de otras áreas, como orientación escolar y trabajo social.
- Reducción del contenido del programa de estudios nacional.
- Reducción de la carga de trabajo del profesorado.
- Una iniciativa urgente por parte del Ministerio de Educación para dar respuesta a este problema.
- Enmiendas importantes o abolición de las leyes y normas que no apoyan al profesorado.
“Uno de los participantes preguntó: ‘¿Por qué el Gobierno japonés no destina más presupuesto a la educación?’. Y tiene razón: necesitamos más fondos para garantizar una educación de calidad y el bienestar de los educadores y las educadoras”, señaló Takimoto.
Campaña “¡Por la pública! Creamos escuela” de la Internacional de la Educación
Takimoto Tsukasa señaló asimismo que el JTU se está sumando a compañeros y compañeras que cooperan, más allá de las fronteras, para garantizar el derecho de todo el alumnado a tener una persona docente cualificada que disponga del apoyo necesario y un entorno de aprendizaje de calidad.
La campaña de la JTU “¡Escuelas en crisis!” concuerda con la campaña " ¡Por la pública! Creamos escuela" de la Internacional de la Educación, un llamamiento urgente a los Gobiernos para que inviertan en la educación pública, un derecho humano fundamental y un bien público, y para que inviertan más en el profesorado, el factor más importante para lograr una educación de calidad.
El 20 de enero, 300 personas asistieron al acto, y otras 4.700 participaron en línea.