La Internacional de la Educación (IE) ha pedido a las autoridades turcas que cesen inmediatamente los ataques aéreos transfronterizos en zonas controladas por los kurdos.
En su carta de protesta con fecha del 13 de octubre dirigida a Recep Tayyip Erdoğan, presidente de la República de Turquía, el secretario general de la IE, David Edwards, condenó las últimas acciones militares de Turquía. Las organizaciones miembro de la IE en la zona son el Kurdistan Teachers' Union y el Union of Teachers in North and East Syria.
Según el Union of Teachers in North and East Syria, hasta la fecha se han visto afectados 26 civiles y han muerto 11 personas, incluidos dos niños. La tragedia se produjo en la ciudad de Ain Issa, donde Nadie y Ali Ayyash, dos jóvenes estudiantes de una escuela primaria, perdieron la vida en un ataque con bomba.
En la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria, más de 224 ataques han golpeado múltiples ciudades cuyas infraestructuras civiles se han visto enormemente afectadas. Entre los objetivos de los ataques están los servicios básicos, como el suministro de agua, los centros escolares y los hospitales. En total, 48 escuelas han quedado inoperativas, por lo que 8.458 estudiantes no pueden acudir a clase. En las zonas montañosas del Kurdistán iraní, los ataques militares han provocado el desplazamiento de numerosos civiles.
«Nos encontramos ante una injusticia grave y una violación directa de la ley internacional», señaló Edwards. Después, añadió que «la legislación sobre derechos humanitarios y humanos garantiza medidas de protección para la infraestructura civil destinada a educación y sanidad en tiempos de violencia o conflicto armado. Estas medidas se aplican a los ataques perpetrados por autoridades estatales y de otra índole. El Cuarto Convenio de Ginebra se centra en la protección de civiles, incluidos los que se encuentran en instalaciones educativas. La Corte Penal Internacional cuenta con disposiciones para procesar por crímenes de guerra a las personas responsables de ataques intencionados sobre edificios civiles, como las instalaciones educativas».
La IE también está preocupada por el posible resurgimiento del Estado Islámico (ISIS) dado el deterioro en la seguridad, ya que estos ataques podrían darles la oportunidad de reclutar a nuevos miembros e intensificar la actividad terrorista en la zona. Edwards considera que «la ausencia de educación y la desesperanza imperante son el caldo de cultivo para conductas que llevan al extremismo y suponen una amenaza importante para la paz y la seguridad mundial».
Además, Edwards añadió en su carta al líder turco lo siguiente: «Creemos en el compromiso de su país con los derechos humanos, la paz y la educación y, por tanto, le pedimos que actúe con rapidez y contundencia para poner fin al sufrimiento y la destrucción. Agradecemos que preste atención a este asunto urgente y mantenemos la esperanza de que su esfuerzo contribuya a labrar un futuro más seguro y democrático para la zona».
La IE y sus entidades afiliadas seguirán supervisando y documentando estas infracciones y darán parte a los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, incluido el Relator Especial sobre el derecho a la educación.