En la región iraquí del Kurdistán, los y las docentes jubilados del sector público son un grupo olvidado. Abdulwahid Muhammad Haje, presidente del Kurdistan Teachers’ Union (KTU), exige un aumento de las pensiones y mejores condiciones de vida para todos ellos.
Trato desigual
"Estoy seguro de que algunos pensionistas de la región han sido olvidados", advirtió el dirigente sindical. Haje explicó que, en el Kurdistán, hay ocho leyes de pensiones en vigor y criticó el hecho de que "ninguna de ellas vela por los intereses de los pensionistas".
De acuerdo con la Ley nº9 de 2014, la situación de los pensionistas del gobierno nacional difiere enormemente de la de aquellos de la región del Kurdistán. Las diferencias incluyen:
- El personal docente y los empleados jubilados a nivel nacional reciben una pensión de alrededor del 80 % de su salario, y su pensión no es inferior a 400 000 dinares iraquíes (unos 275 euros).
- Cuando se jubilan, reciben una paga equivalente a 18 meses de salario como recompensa.
- Pueden pedir un préstamo de 25 millones de dinares (unos 17 040 euros) para mejorar su estado de salud y otras necesidades. Recientemente, el Consejo de Ministros iraquí ha promulgado varias resoluciones nuevas para ofrecer más servicios a los pensionistas y compensar sus años de servicio y todos sus esfuerzos.
Los funcionarios y funcionarias nacionales jubilados también tienen los siguientes derechos:
- Todo/a pensionista que no haya recibido tierras debe recibir un terreno residencial.
- Iraqi Airways reducirá el precio de los billetes de avión en un 25 % para los y las pensionistas.
Además de estos derechos y privilegios legales, el dirigente del KTU señaló que todas las pensiones se pagan mediante tarjetas electrónicas. "La gente no tiene problemas ni dificultades para cobrar sus pensiones y no hay diferencias entre ellos salvo por sus años de servicio, categorías, funciones y resultados. Ello significa que su gobierno los trata de forma justa y equitativa".
"Porel contrario, en el Kurdistán, al personal docente y a los trabajadores y trabajadoras de la educación se les obliga a jubilarse lo antes posible sin ninguna recompensa, como si estuvieran castigados, y se les envía de vuelta a casa sin ningún privilegio ni respeto, como si estuvieran de más y no fueran necesarios", destacó el dirigente sindical.
Reivindicaciones del KTU
Por todo ello, el KTU exige lo siguiente:
- Los educadores y educadoras jubilados deben recibir una pensión equivalente al 80 % de su salario. Incluso después de jubilarse, deben seguir manteniendo a sus familias e hijos. Reducir sus medios de subsistencia es ilegal.
- Al jubilarse, los educadores y educadoras deben recibir una paga equivalente a seis meses de salario como recompensa.
Asimismo, Haje recordó que el Consejo Judicial ha derogado recientemente la Ley nº27 de 2006 y ha decidido aplicar la Leynº9 de 2014, todavía en vigor.