La Internacional de la Educación brinda su apoyo al sindicato de la educación que insta a los docentes y las docentes a movilizarse en masa para manifestar su oposición al "Pacto de escuelas, colegios, institutos generales, tecnológicos y profesionales" y exigir la derogación de la ley sobre las jubilaciones en Francia.
En un comunicado de prensa conjunto publicado el 19 de mayo, la Fédération syndicale unitaire (FSU), la Union nationale des syndicats autonomes-Éducation (UNSA-Educación), la Fédération Nationale de l’Enseignement de la Culture et de la Formation Professionnelle Force Ouvrière (FNEC-FP- FO), la Federation de syndicats généraux de l'Éducation nationale - Confédération française démocratique du travail (SGEN-CFDT), el Syndicat de salariés de l’Éducation nationale (SNALC) y SUD Éducation han convocado una manifestación el 31 de mayo. Esta manifestación irá seguida de una huelga el 6 de junio, dos días antes de la revisión por parte de la Asamblea Nacional de un proyecto de ley para derogar la reforma de las jubilaciones, con el fin de exigir responsabilidades a los parlamentarios y a las parlamentarias, así como al gobierno.
El pacto entraña riesgos para el sistema educativo
El sindicato de docentes argumenta que, “con la esperanza de pasar página en lo que respecta a las jubilaciones, la ministra Ndiaye estableció en el orden del día de la reunión ministerial del Comité de Administración Social (CSA) del 31 de mayo los decretos y las órdenes sobre la 'revalorización' y el 'pacto docente'. El 'pacto' es un mecanismo que no responde en absoluto a las expectativas de los compañeros y compañeras. Lejos de contribuir a la revalorización esperada por todos y por todas, dará lugar a un aumento de la carga de trabajo del personal, cuando una encuesta llevada a cabo por el Departamento de Evaluación, Previsión y Resultados (DEPP) ha revelado la realidad de la jornada laboral de los docentes y las docentes (la mitad trabajan más de 43 horas a la semana) y las cifras del observatorio del bienestar confirman las difíciles condiciones laborales de la profesión: la mitad del personal se encuentra en un estado de agotamiento avanzado”.
Por otro lado, las organizaciones creen que el pacto:
- Conlleva el riesgo probado de acentuar las desigualdades entre mujeres y hombres.
- Deteriorará significativamente el funcionamiento de las escuelas y de los establecimientos públicos locales de enseñanza (EPLE, por sus siglas en francés) y debilitará los colectivos de trabajo al poner en competencia al personal entre sí.
Esta es la razón por la que “rebaten la opción de desplegar reformas a través de pactos expuestos al riesgo de una desigualdad de trato al alumnado en el servicio público educativo. Esta estrategia se incrementa en lo que respecta a la carrera profesional donde el pacto constituye una herramienta de aplicación de medidas cuestionables. Se trata de una imposición por la fuerza por parte del gobierno, al igual que en el caso de la reforma de las jubilaciones que todavía exigimos que sea retirada”.
Rechazan, por tanto, el pacto y reivindican subidas salariales reales, concretamente incrementando el índice de salarios para todo el personal en el contexto actual de elevada inflación.
Por último, hacen un llamamiento al personal docente para que se una a fin de reiterar sus demandas y organizar manifestaciones, allí donde sea posible, frente a los rectorados, las inspecciones académicas, el Ministerio de Educación Nacional, el 31 de mayo (día de la reunión ministerial del CSA), y a ponerse en huelga de manera masiva el martes 6 de junio con el fin de exigir la derogación de la ley sobre las jubilaciones.
El pacto no equivale a la revalorización anunciada
El SNES-FSU también considera que “ el pacto no constituye una revalorización como afirman con entereza y deshonestidad Emmanuel Macron y Pap Ndiaye. Es sobre todo sinónimo de ‘trabajar más para agotarse más’. Es, asimismo, y sobre todo, una forma de servicio de guardia que nos hace perder nuestra libertad profesional otorgando un cheque en blanco a los responsables de los establecimientos”.
El sindicato pide que no se firme el pacto, y ha señalado que, en caso de que se firme, los responsables y las responsables de los establecimientos tendrán control total sobre la práctica profesional del personal docente: “Frente a este ataque frontal contra nuestro estatus y nuestras profesiones, el SNES-FSU organiza la lucha: ¡juntos derrotemos el pacto!”.