La Internacional de la Educación se solidariza con las y los sindicalistas de la educación francesa que apoyaron enérgicamente la movilización intersindical del 18 de octubre contra la reforma de los centros de formación profesional.
La declaración intersindical que convoca la huelga señala que “el presidente Macron persiste en querer imponer al personal su reforma de los centros de formación profesional siguiendo el modelo del aprendizaje basado en prácticas. Es un ejemplo revelador de que el método no cambia: no se ha realizado ninguna evaluación de la reforma anterior, no se ha llevado a cabo ninguna consulta antes de hacer este anuncio brutal y se ha elaborado una hoja de ruta tardía (y poco clara), a pesar de las graves consecuencias que conllevan las decisiones que se están preparando”.
Si bien las organizaciones reconocen que el plan de formación debe evolucionar, también creen que “debe evolucionar en consonancia con el interés general del país bajo el prisma de los grandes retos ecológicos, el cuidado de las personas mayores, la necesaria reindustrialización, la tecnología digital, etc. Su ‘evolución’ no debe limitarse en ningún caso a dar solamente respuesta a las necesidades económicas inmediatas y locales de las empresas: cualquier joven, independientemente de la ubicación geográfica de su centro de formación profesional, debe poder encontrar la formación de su elección”.
Para los sindicatos, lo más urgente es fortalecer los centros de formación profesional y dotar a su personal de más tiempo y recursos para que ayude a todo el alumnado a tener éxito. “La reforma va en contra de nuestras ambiciones y es por ello que nuestras organizaciones convocan una jornada de huelga el martes 18 de octubre, el punto de partida de la movilización para obtener la retirada de este proyecto”.
SE-UNSA: una sobredosis de reformas
El sindicato de docentes SE-UNSA insistió en que “desde hace tres meses, el Presidente de la República y su Ministra de Educación y Formación Profesional han hecho una sucesión de anuncios preocupantes sobre la reforma –una vez más– de los centros de formación profesional. Sigue sin estar claro qué pretende hacer el gobierno”.
En su opinión, “los principales ataques contenidos en los anuncios del gobierno están haciendo creer a la opinión pública que los centros de formación profesional tienen poco que ofrecer a su alumnado en términos de acceso al mundo laboral y que están desconectados del mundo empresarial, en un intento de impulsar esta enésima reforma, que sería destructiva para nuestras profesiones y para la educación y la formación general de nuestro alumnado”.
Las principales preocupaciones del sindicato están relacionadas con:
- El aumento en un 50% de la duración de los periodos de formación en el entorno laboral, que podría acarrear una pérdida de puestos de trabajo y una anualización de las horas de trabajo del profesorado de los centros de formación profesional, al mismo tiempo que provocaría un deterioro de las condiciones de educación y formación del alumnado;
- La equiparación de la vía de la formación profesional con el aprendizaje basado en prácticas, que podría dar lugar a la desaparición de una parte de la enseñanza básica;
- Una revisión exhaustiva de los planes de estudio de la educación técnica y formación profesional, que podría llevar a una reorientación profesional potencialmente dolorosa para el profesorado, a la vez que dejaría al alumnado atrapado en las ocupaciones de su área local; y
- La situación y las condiciones de trabajo del profesorado de los centros de formación profesional.
Aunque el sindicato de docentes SE-UNSA, a través de su federación UNSA-Educación (afiliada a la Internacional de la Educación), fue recibido por la Ministra de Educación y Formación Profesional el día anterior a la movilización, no hubo ningún indicio durante la reunión que indicara una apertura.
Ante la “clara falta de transparencia y apertura”, SE-UNSA hizo un llamamiento a su membresía para que se movilizara en defensa de los centros de formación profesional, de su personal y de la educación que se imparte a su alumnado, y para que presionara por el restablecimiento del Comité de Seguimiento de la Reforma de 2018.
SNES: contra la reforma antisocial y a favor de la mejora salarial y los derechos sindicales
“Esta reforma, que afecta principalmente al alumnado más vulnerable desde el punto de vista social y académico, y que se basa en el modelo del aprendizaje basado en prácticas, propone una escolarización aún más reducida a quienes más la necesitan”, ha denunciado el sindicato de docentes de la enseñanza secundaria SNES-FSU, afiliado a la Internacional de la Educación.
El sindicato se opone firmemente a “esta reforma antisocial, destinada a proporcionar mano de obra de bajo coste a las empresas locales y a debilitar el papel emancipador de las escuelas”.
SNES-FSU también reclama un aumento de los salarios y el respeto de los derechos sindicales.
Señaló que “ahora está claro, gracias en particular a la acción de SNES-FSU, que el personal docente, los consejeros y consejeras principales de educación, las psicólogas y los psicólogos de la educación nacional, el personal de apoyo educativo que acompaña al alumnado en situación de discapacidad (AESH) y los y las auxiliares de educación deben beneficiarse de un aumento salarial”.
Al considerar que las promesas y los anuncios de aumentar los salarios son “vagos, fluctuantes, están sujetos a condiciones y por debajo de lo que hace falta para compensar las pérdidas anteriores, mejorar nuestros empleos y poner fin a la precariedad (especialmente en el caso del personal de apoyo educativo AESH)”, SNES-FSU, en el marco de la alianza intersindical, llamó al personal a participar en la movilización interprofesional del 18 de octubre “para reclamar un aumento de los salarios y la defensa del derecho de huelga”, tras la requisa de trabajadores de las refinerías que realizaban una huelga destinada a presionar por un aumento salarial.
SNES-FSU seguirá movilizándose, junto con FSU, para conseguir:
- Una recuperación de las pérdidas salariales anteriores.
- Un aumento salarial incondicional para todo el personal.