Desde el 14 de febrero, miles de miembros del sindicato University and College Union (UCU) del Reino Unido están llevando a cabo una huelga en el sector de la enseñanza superior en protesta por los recortes masivos de las pensiones universitarias. También se prevén nuevas acciones en relación con los salarios y las condiciones de trabajo.
El 14 de febrero, el personal de 44 universidades comenzó una huelga después de que los empleadores de las universidades se negaran a revocar los recortes al Plan de Pensiones de las Universidades (USS, por sus siglas en inglés). Además, los empleadores de las universidades no aceptaron las propuestas de compromiso del UCU, en virtud de las cuales el personal y los empleadores habrían contribuido un poco más para proteger las prestaciones y resolver el conflicto de las pensiones.
Según la secretaria general del UCU, Jo Grady, estas acciones son necesarias porque los empleadores de las universidades han “impulsado unos recortes brutales a las pensiones y no han hecho nada para abordar la reducción de los salarios, la desigualdad salarial, el uso generalizado de contratos inseguros y las insoportables cargas de trabajo”.
Grady añadió que le parece “indignante” que los representantes de los empleadores hayan estado encontrando nuevas formas de reducir el sueldo de los trabajadores y las trabajadoras de las universidades cuando deberían estar tratando de resolver este conflicto.
“En lugar de castigar a sus trabajadores y trabajadoras, estos supuestos líderes tienen que mirarse al espejo y preguntarse por qué los estudiantes están apoyando al personal que se ha declarado en huelga y por qué su propia plantilla se encuentra tan desmoralizada”, señaló.
Grady también insistió en que, durante estos conflictos, el UCU ofreció soluciones sencillas que habrían permitido evitar huelga y beneficiado al sector a largo plazo. “Pero, una y otra vez, los empleadores han optado por seguir presionando al personal hasta el límite, mientras el sector sigue ingresando decenas de miles de millones de libras cada año”.
Para evitar este período de huelga, todo lo que los vicerrectores tenían que hacer era aceptar las propuestas viables de la UCU en materia de pensiones y adoptar medidas respecto al deterioro de los sueldos y de las condiciones de trabajo, explicó. “Que no lo hayan hecho supone un fracaso abyecto de su liderazgo”.
La administración del fondo de pensiones confirmó que las propuestas del UCU son viables y aplicables. Las medidas, que supondrán un recorte del 35% de los ingresos garantizados por jubilación de los afiliados, se formalizarán el 22 de febrero.
Nuevas acciones previstas
El 21 de febrero también se iniciará una huelga en relación a los sueldos y las condiciones de trabajo, a la que se sumarán otras 24 universidades, elevando a 68 el número total de universidades que participarán. El conflicto se debe a un recorte salarial del 20% en términos reales en los últimos 12 años, a una carga de trabajo insoportable, a la desigualdad salarial y al uso de contratos abusivos e inseguros que han afectado gravemente a todo el sector. En total, se espera que más de 50.000 miembros del personal participen en la huelga, señaló el UCU.
La huelga en el sector de la enseñanza superior se prolongará durante tres semanas:
- Semana 1 (conflicto sobre las pensiones del USS, 44 instituciones): cinco días; del 14 al 18 de febrero.
- Semana 2 (conflicto sobre las pensiones, los salarios y las condiciones de trabajo, 68 instituciones): dos días; el 21 y 22 de febrero.
- Semana 3 (conflicto sobre los salarios y las condiciones de trabajo, 63 instituciones): tres días; del 28 de febrero al 2 de marzo.
Propuestas del UCU
Para resolver el conflicto de las pensiones, el UCU exige que los empleadores revoquen los recortes aplicados a las pensiones del personal y acepten formalmente las propuestas de compromiso del sindicato.
Para resolver el conflicto sobre los salarios y las condiciones de trabajo, el UCU exige un aumento salarial de 2.500 GBP anuales para todo el personal, así como medidas para abordar las insoportables cargas de trabajo, la desigualdad salarial y el uso de contratos inseguros y abusivos.
Apoyo de los estudiantes
El último día de huelga, el 2 marzo, se ha convocado para que coincida con la huelga estudiantil organizada por el sindicato de estudiantes National Union of Students (NUS). El NUS apoya la huelga del UCU y reclama mejores condiciones de trabajo, salarios y pensiones para el personal.
“Los estudiantes apoyan a nuestros miembros porque saben que el personal universitario está saturado de trabajo y mal pagado. Y saben que este sector, rebosante de dinero, puede permitirse tratar a sus trabajadores y trabajadoras con dignidad. […] Los vicerrectores tienen que sentarse urgentemente a la mesa de negociaciones y ayudar a la UCU a resolver estos conflictos”, reconoció Grady.
Seguir el “muro de solidaridad” del UCU aquí.