En un reconocimiento de que el cambio climático constituye una de las problemáticas mundiales más importantes, el Kurdistan Teachers’ Union (KTU) ha reafirmado su compromiso de presionar al gobierno regional a fin de que incorpore la educación sobre el cambio climático en el plan de estudios y adopte otras medidas necesarias con respecto a esta emergencia.
“El cambio climático y sus efectos se manifiestan claramente a través de las sequías anuales, las intensas lluvias, las inundaciones, los incendios forestales y el deshielo acelerado de los polos norte y sur”, afirmó el presidente del KTU, Abdalwahed M. Haje. “Todos estos cambios han conducido a muchos países, a las Naciones Unidas y a numerosas organizaciones preocupadas por él [el cambio climático] a comenzar a realizar investigaciones y estudios y a llevar a cabo un seguimiento de los fenómenos climáticos”.
Una preocupación mundial por el futuro
Asimismo, Haje advirtió que “los riesgos se incrementan día a día, especialmente para el medioambiente, los seres humanos, la ganadería y la fauna, así como para todo el mundo. Si bien los efectos no se percibirán muy rápidamente, sin lugar a dudas las consecuencias del cambio climático, no importa cuán pequeñas sean, aumentarán exponencialmente y darán lugar a problemas cada vez más graves”.
Además, el presidente del KTU acogió con satisfacción el interés mostrado por muchos países por la cuestión del cambio climático y el hecho de que hayan comenzado a adoptar medidas destinadas a disminuir sus repercusiones.
Estas medidas, aseveró Haje, se ponen en marcha mediante varios pasos clave, entre ellos:
- El control y la reducción de los gases emitidos por las grandes fábricas.
- La explotación agrícola de las llanuras a fin de restablecer el equilibrio en el medioambiente.
- La gestión y el uso de los residuos urbanos de forma científica con el objeto de aminorar los daños al medioambiente, es decir, al aire y el agua.
Medidas locales que deben adoptarse
Haje también lamentó profundamente que, si bien muchos países están intentando reducir los efectos del cambio climático, ni el gobierno iraquí ni el del Kurdistán se están tomando en serio esta cuestión. Por ejemplo, en el Kurdistán el gobierno sigue apropiándose de terrenos agrícolas y los destina a proyectos de viviendas y expansión urbana.
En ausencia generación autóctona de corriente de energía continua, se utilizan cientos de generadores de electricidad para abastecer de energía el centro de la ciudad de Erbil, añadió Haje. Estos generadores, que funcionan con fuel, provocan ruido y emiten miles de toneladas de gas al cielo de la ciudad. Y el gobierno no ha adoptado ninguna medida concreta para disminuir los nocivos efectos de estos generadores.
Además, el dirigente del KTU puso de relieve los pasos prácticos que deben adoptar las autoridades públicas a fin de resolver problemas medioambientales tales como:
- Prevenir la destrucción de los bosques. Según las últimas estadísticas, solo quedan 20 millones de palmeras en Irak, frente a los 32 millones del pasado. Esa cifra disminuye paulatinamente, puesto que se queman palmerales para transformar sus terrenos en suelo residencial.
- Establecer un límite máximo para la importación de automóviles. Haje afirmó que las estimaciones apuntan a más de dos millones de automóviles en la región del Kurdistán, y la cifra está en aumento.
- Las fábricas y refinerías existentes y en funcionamiento deben respetar unas normas de sostenibilidad adecuadas o las normas de preservación del medioambiente. Según Haje, estas fábricas emiten miles de toneladas de gases tóxicos a diario hacia el cielo de Erbil. Además, señala que el olor a gas es un hecho recurrente todas las noches en el centro de Erbil, lo que representa un peligro para las vidas humanas.
El cambio climático, ausente en el plan de estudios
Haje condenó el hecho de que ni el gobierno ni otras partes interesadas y relevantes hayan incluido en el plan de estudios la cuestión de la contaminación medioambiental y sus causas, la protección del medioambiente o el cambio climático. “Esto impide que los estudiantes adquieran los conocimientos necesarios para frenar el cambio climático y que cuenten con una base científica para tener una vida mejor”, afirmó.